Capitulo 7: Helado, Peliculas y Confesiones.

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No respondí la pregunta de Nate pero supongo que entendía que no estaba bien, ya que luego de preguntar, se calló y murmuro un "lo siento".

-Está bien-respondí a su disculpa.

-Yo no sabía que tu padre estaba...- dijo sin mirarme- muerto.

-Oh, ¿tú crees que el?, no, no, no. - suspire- Él es militar en la marítima. No lo veo muy seguido. La última vez fue hace 1 año. Por eso no lo conoce mucha gente.

-Lo siento mucho. -contesto él.

-No lo sientas. Ya estoy acostumbrada. Tan solo.... -volví a suspirar- Lo extraño ¿sabes?- admití.

-Lo siento - repitió.

Y un silencio incomodo relleno la habitación.

Mi padre trabaja en la marítima desde que tengo 2 años. Actualmente trabaja en Nueva Zelanda, pero cada año lo cambian de ciudad. Vuelve a casa únicamente cuando el ejército le da un descanso de cuatro semanas, pero nunca es muy seguido. La última vez que lo vi fue hace un año y ni siquiera se quedó las cuatro semanas completas ya que lo reubicaron.

Sin decir nada, salí al balcón para tomar aire fresco siendo seguida por Nate. Me apoye contra la baranda y el hizo lo mismo.

-¿Ves allá? -pregunto Nate rompiendo el silencio que la brisa de la noche nos daba. El señalaba el balcón en frente del mío, la casa de al lado.

-Sí. ¿Qué tiene?-pregunte.

-Es de mi habitación. -contesto él.

-¿Enserio?-pregunte yo.

Genial, lo que me faltaba. Ahora tendría que cuidarme de no pasear en ropa interior por MI cuarto.

Enserio Lea, ¿es en lo que piensas?

Ay, solo cállate.

-Sí. Somos vecinos de balcón también. -respondió con una sonrisa en su rostro. Una muy linda.

- Me parece que me estas persiguiendo. ¿Quieres vivir conmigo también?-pregunte riendo y cruzando los brazos.

-Creo que paso, gracias. Y no te estoy persiguiendo, para que sepas ese es el cuarto más grande de la casa. ¿Acaso crees que lo voy a desperdiciar por ti? -dijo riendo entrando a mi cuarto de nuevo.

-Buen punto. -dije entrando también.

Salimos de mi pieza y bajamos hasta la cocina. Mama y la madre de Nate estaban muy entretenidas hablando.

-Lea, ¿quieres ir por helado para el postre? -pregunto mama extendiendo su mano entregándome el dinero.

-Claro- dije tomándolo- Nate ¿Quieres venir? -le ofrecí.

-Si- dijo-pero yo conduzco.

-Ni lo sueñes, niñato.-conteste tomando las llaves de mi Jeep.

-Lea, ese vocabulario. -dijo mi madre con el ceño fruncido. Mi madre era maestra de Lengua. Ese "vocabulario ofensivo" no era aceptado en su casa.

-Lo siento. -dije bufando mientras que Nate se reía. - Pero yo conduzco.

-Como quieras.- dijo tomando su chaqueta gris y abriendo la puerta.

Ya afuera, Nate me miro y rio.

-¿Qué?-pregunte.

-¿Niñato? ¿En serio? -pregunto él.

-Si ¿Que tiene?- pregunte.

-Muy madura, Candy.- dijo el.

-Sí, tanto como Candy- dije yo.

My Platonic & IDonde viven las historias. Descúbrelo ahora