Jennie abrió sus ojos la mañana siguiente con un buen humor no tan común pero siempre conveniente. Ese día no debía asistir a la universidad así que aprovecharía para pasearse por el gimnasio a ejercitarse y luego por la capilla de regreso a casa.Salió de su vacío departamento con una manzana en la mano que comería después de entrenar y una pequeña mochila colgada en su hombro izquierdo y aunque sabía que Lisa no estaría tan temprano fuera de su hogar, verificó que no estuviese mirando hacia ambos lados dos veces antes de poner pie fuera del lugar y tal como había sospechado, no estaba. Una ola de alivio recorrió su menudo cuerpo y sonrío victoriosa para seguir con su trayecto más calmada al saber que no tendría que darle explicaciones a la tailandesa.
Calma que no duró demasiado al ingresar por las grandes puertas de vidrio del gimnasio, que además de notarse un severo calor y olor a sudoración corporal, también estaba repleto de gente. No sería un problema para Jennie si es que no fuese porque habían bastantes mujeres y sus ojos parecían quemar al ver que la mayoría traía sólo un simple top y calzas a la cintura, no sólo se sentía como una enferma pero como una pervertida también. ¿No podía simplemente apartar su vista y ya? Seguramente debían ser todos esos deseos reprimidos, eran tan inmundos como ella.
Tragó duro e intentó dejar de pensar en todas las asquerosidades que transcurrían por su cabeza y aunque le estaba costando, pudo hacerlo hasta que se sentó en una de las máquinas y justo frente a ella, una chica bastante guapa —pero no tanto como Lisa— se encontraba haciendo bicicleta, las gotas de sudor caían desde su frente y recorrían su rostro hasta la punta de su mandíbula para caer justo en el inicio de su escote. Sus ojos recayeron en la zona de su pecho y parpadeaba varias veces pero parecía no encontrar las fuerzas suficientes para cambiarlos de posición.
—¿Qué me miras tanto?—Preguntó gritando la chica al darse cuenta de la intensa mirada—. ¿Eres lesbiana o qué?
La palabra lesbiana pareció activar todas las alarmas de peligro en el cerebro de Jennie, que dejó caer todo el peso de las placas estrepitosamente en el suelo y se mordió fuertemente el labio inferior. Se había puesto demasiado nerviosa y debía tener mucho cuidado con la respuesta que daría.
—¡Sólo estaba intentando averiguar la marca de tu deportivo!—Era la excusa perfecta y sonrío orgullosa al ver que la chica se relajó y también le sonrío.
—Es Diadora—Respondió—. Venden ropa deportiva genial y duradera.
—¡Excelente, gracias!—Dijo antes de salir apresurada hasta los baños.
El corazón le golpeaba fuertemente y miró su reflejo en el pequeño espejo, estaba roja y no precisamente por el ejercicio. Lavó su rostro y salió de allí para buscar su mochila y encaminarse a la salida, debía ir a la iglesia lo más pronto posible, necesitaba sacar los pecados que ardían dentro suyo muy urgentemente. Ya recordaba porque no asistía a un sitio como lo era aquel, estaba lleno de tentaciones que eran muy difíciles de resistir pero lo más doloroso fue notar como la chica tensó su cuerpo de inmediato y su posición cambió a una más defensiva, claramente le desagraba la idea de que alguien homosexual la mirara. No sólo era ella, la encargada, el chico de la barra, el entrenador y un poco más de gente la había mirado con tanta repugnancia que no pudo evitar sentirla por ella misma también. No sabía cuanto tiempo más podría seguir viviendo estando enferma, necesitaba encontrarle una solución cuanto antes porque cada día que pasaba, Jennie parecía ser un poco menos digna. Estaba tan asustada, que a pesar de no haber ingerido alimentos durante todo el día, su estómago que antes rugía hambriento, se había cerrado y parecía no querer que nada ingresara por un largo rato.
La escena se reproducía constantemente dentro de sí y estaba agradecida de que no haya terminado en una catástrofe, no sólo habría sido un rechazo y vergüenza social, podría haber manchado la reputación de sus padres y recibir la golpiza de su vida y no estaba lista para eso. Nunca lo estaría. Parecía ir casi trotando mientras se habría paso entre los transeúntes, desesperada por entrar al refugio y al único espacio en donde podía librarse de las maldades que la corroían. Jennie se había dado cuenta de que la Iglesia era un lugar mágico y libre de impurezas, parecía que estando allí dentro, la homosexualidad dejaba de existir en ella pero sólo era una ilusión porque al salir, volvía aún más fuerte que antes.
—Señorita Jennie—Saludó el padre cuando la vio entrar por las inmensas puertas de madera de roble—, ¿otra por aquí? —Preguntó simpático, intentando ocultar su intriga.
—Sí padre, he venido a implorarle al señor.
—¿Le gustaría confesarse conmigo?—Ofreció con intenciones totalmente maliciosas y oscuras, quería saber que era lo que tanto abrumaba a la castaña—. He notado que algo la ha estado molestando últimamente.
Jennie miró al hombre de avanzada edad que le regalaba una sonrisa dejando ver los pocos dientes que le quedaban, sus ojos eran afilados y las arrugas en su cara se marcaron aún más. Se supone que debía inspirarle confianza pero podía percibir un aura extraña —por no decir maligna— proveniente de el. Era el cura de la familia, sus padres se confesaban con él y lo conocían desde hace años. Evidentemente no podía confiar en aquel señor que de cierto modo era un desconocido para ella, nada garantizaba que todo quedara entre ellos y fuese confidencial.
El secreto de su homosexualidad era algo que sólo podía saber ella, Dios y bueno, ahora Lisa.
—No gracias padre, creo que sólo iré al santuario unos minutos y me iré—Explicó—. Estoy de pasada, de hecho.
—En ese caso, está bien—Dijo frunciendo sus labios en descontento que no expresaría con palabras.
Y Jennie sin decir más, se dirigió al cuarto que previamente había mencionado y durante los diez minutos que permaneció ahí dentro, se deshizo en rezos para que quitaran esa maldad dentro de ella, la situación de hoy sólo había sido un recordatorio de que era una enferma del montón.
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↣Homofobia↢ Jenlisa Fanfiction
Fanfiction↣No puedes odiar lo que eres... ¿Verdad?↢ ↣Contenido homosexual, si no les gusta, NO lean. ↣Actualizaciones frecuentes. ↣Historia original.