Im JaeBum
El movimiento que hacen sus caderas me está volviendo loco. La mojigata en mi regazo, es una vil tramposa, ya que ha estado jugando con el poco control que tengo sobre mí mismo. Quiero hacerla mia, disfrutar y devorar su cuerpo, Hacerla gritar, gemir y venirse en mi nombre.
Su piel es suave, cálida y extremadamente exitante. A pesar de que el juego recién empieza, debo declararla ganadora. Sus besos son jodidamente placenteros, me gusta que no me deje tomar el control, que me obligue sacar la bestia que habita en mí.
—¿¡Que demo....
La presión entre nuestras bocas desaparece, y la calidez que su cuerpo me proporciono se acaba por completo.
Joder, necesito más de ella.
—¡Mi celular!—Explica de manera obvia, el cual no deja de sonar una y otra vez— A diferencia de ti, si me preocupo por...—su mirada se dirige al condenado aparato, el tono es extremadamente meloso, infantil e irritante.
—La hora del juego es sagrada. Debes tener eso en cuen...
— Shhhh ¿¡Hola!?— Responde con rapidez, e inmediatamente escucho como le cambia la voz.
El hecho que aún siga sobre mí, me hace actuar un poco. Decido seguir con el juego, inclinado mi boca hasta su cuello donde depósito besos y succionó sin problema tan delicada zona. Sé que le encanta por la forma en que contiene la respiración, en como su cuerpo se tensa ante mi contacto, en como...
—Mmm, si—Deja escapar un suspiro, voy por el camino correcto. Sin embargo, su mano golpea mi espalda en un tonto intento por detenerme. Pero lo que no sabe, es que eso me obliga a hacer más travesuras con ella—No... ¡Basta!—Me advierte entre dientes—No es Conti... ¿¡Que dices!? Por...
La chiquilla calla al sentir mis manos colarse por debajo de su vestido , y como está desciende un poco hasta llegar a escasos centímetros de su intimidad.
—¿¡Que demonios!?—reclama sorprendida, apartando mis manos de un fuerte tirón—Si , estoy bien. Solo fue un cerdo.
—Aún deseo jugar— susurro con obviedad.
—No te pases de listo, imbécil—Gruñe en mi dirección.
Debo atacarla, debo hacerla enojar para así poder cumplir con mis morbosos deseos. ¡Dios! Quiero tocarla, quiero sentirla, y hacerla mía.
—Lo supe desde un principio, ¡Miedosa!—Me burló un poco.
Sin embargo, la conversación con la otra persona al otro lado de la línea parece ser su prioridad.
—Si... Jamás entenderé Seúl , la gente es muy extraña. Ni idea de dónde salió el cerdo... Ah, no-Mis manos vuelven a su cintura. Me fascina el hecho que no las aparte, en como se acomoda sobre mí de forma sexy y provocativa— ¡Oppa!
Se trata del bastardo de Yugyeom. Eso es más que evidente, su mirada y voz cambio. Debo admitir que eso me causa un poco de envidia, nunca nadie me ha mirada de la misma forma en la que ella lo hace.
¡Maldita sea!
Por supuesto que me molesta que la chiquilla tenga una fascinación por mí mejor amigo, que lo tenga en un maldito pedestal, que se comporte como una estúpida al estar cerca de él.
Por más que he intentado acercarme a ella, Yugyeom se interpone. Su nada saludable sobreproteción me tiene al borde del colapso, también deseo divertime. Me molesta que me pinté como el malo, cuando él es igual o incluso peor.
—Te dije que no estaba borra....
Depósito un camino de besos desde su cuello, hasta su boca. Dándome el tiempo y la satisfacción de degustar su pequeña boquita. La chica sabe a gloria, me es difícil pensar con claridad ya que todo esté jueguito se está saliendo de control.
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Beautiful Love - Im JaeBum
Hayran Kurgu«*-Necesitaba verte. Sentirte, besarte, tocarte. La lista es muy larga, Cielo.