Nubes [México x Canadá]

10.

—Quisiera tener tus bebés en mi cara.

México sonrió divertida porque Canadá se quedó callado y al parecer estaba tratando de entenderle. Era tan lindo.

—¿Bebés?

—Sí —deslizó sus dedos por el brazo de Canadá.

—¿En tu rostro?

—Sí —ascendió haciendo que sus dedos simularan estar caminando—. ¿Qué dices?

—Mexique, no entiendo a lo que te refieres.

México rio bajito antes de acariciar esa mejilla y acercar su rostro al ajeno. Vio a Canadá sonrojarse y ella se puso igual. Porque no se había empeñado tanto en coquetearle tanto a alguien, pero con Canadá era satisfactorio.

—¿Quieres que te explique? —susurró casi tocando esos labios.

—Sí.

México podía casi saborear su victoria, el primer beso que le robaría al chico de la hojita.

Pero no.

No era tan fácil.

—No quiero interrumpir —esa vocecita era nueva—, pero... señorita, la tirita de su sostén está fuera de su blusa, está desatada.

México maldijo y a la vez enrojeció, porque se quedó con las ganas ya que al parecer esa vocecita pertenecía a alguien que Canadá conocía.

—¿Hijo?

—¿Hijo?

—Mami sexy y... Nueva futura mami —rio bajito al ver a la tricolor—. Disculpa, pero si intentas seducir a mi mami sexy, necesitarás más que un sostén desatado.

—Hub —suspiró Canadá— no digas eso.

—Sólo intento ayudar.

Ese día México conoció al famoso hijo de Canadá e hizo pucheros porque su veinteavo intento por conquistar los labios de Canadá, falló.