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—Sabías que, si te declaro mi amor justo cinco minutos antes de terminar el año, tu respuesta puede ser mi primera fatalidad o mi primer milagro de año nuevo.

—Mexique... —lo miró sorprendido.

—Me gustas tanto que no puedo dejar de ver tus ojos y sonreír. ¿Saldrías conmigo hasta que te pueda convencer de que seas mi novio y después mi esposo?

Se escuchó el primer fuego artificial.

—Claro que sí.

Y mientras todos se abrazaban festejando el año venidero... Canadá solo se inclinó para besar la mejilla del tricolor y sonreír.

A México casi le da un infarto, pero esa es otra historia.

Nubes [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora