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Llevaba sentado en el borde de una jardinera por dos horas, mirando la panadería favorita de su novio.

Esperando.

Hasta que por fin lo escuchó.

Su celular sonó.

—Lo siento. No puedo con esto.

—Vas a terminar conmigo... ¿ya? —se mordió el interior de su mejilla.

—Te dejo las llaves del depa en la maceta.

Canadá no dijo nada.

—Cuídate, maplecito.

—Mexique...

Pero le colgaron, y Canadá se quedó ahí, sosteniendo su celular, esperando que volvieran a llamarlo y le dijeran que era una broma cruel... Pero no era así... En verdad lo abandonaron.

Y no le dijeron por qué.

Pero Canadá lo sabía.

México ya no lo amaba a él... sino a alguien más.

Nubes [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora