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—Sí tuvieras que elegir entre una cena gratis y...

—Cena —México ni siquiera lo dejó terminar.

—Pero...

—Maple, la comida sabe más sabrosa si es gratis.

—Oh... bueno... —sonrió—. Te invito a cenar, yo pago.

Nada raro, fue como una cita.

Dos días después USA tuvo que decirlo para reírse.

Pateó la puerta del mexicano para revelar aquel secreto que tenía atorado por varias horas desde que su hermano se lo contó.

—¡Para que lo sepas!

—¿Gordis? Pero que...

—Mi hermano te iba a dar elegir entre una cena gratis y que te casaras con él... —respiró agitado por casi correr.

—¿Qué?

—¡Elegiste la cena! ¡Por dios! —y empezó a reír.

México tardó en entenderlo, hasta que USA se lo volvió a repetir.

Se sintió muy estúpido entonces.

Se le acababa de ir el tren.

Nubes [México x Canadá]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora