I

541 29 24
                                    

Este capítulo está dedicado a la autora original nonsenseverses quién me permitió traducirla. Thank you so much 








No era fácil ser un demonio, Eddy eso ya lo sabía.

Día tras día el mismo trabajo duro. Torturar, un descanso para un café, más tortura, almuerzo, reuniones con el diablo, tortura y luego ir a casa.

No me malinterpreten, Eddy enserio amaba darles a aquéllos en el infierno una cucharada de su propia medicina. Pasó sus días en el reino del fuego y se especializó en quemar cosas, y le encantaba. Desde que era un pequeño demonio le gustaba jugar con encendedores e incendiar cosas. A sus padres no le pareció una buena idea al principio, pero resultó ser una profesión bastante buena.

Pero la misma rutina de todos los días era tediosa y Eddy necesitaba desesperadamente algo nuevo, lo que sea.

Eddy consultó con el mismo diablo sobre éste tema, y fue asignado a trabajar en la tierra por un par de semanas. Sería divertido, porque molestar a los humanos siempre lo era, pero aun más en la tierra.

Una de sus cosas favoritas era atar los cordones de los zapatos entre sí y reír maniáticamente cuando la gente tropezaba con sus propios pies. Opuesto a eso, y un poco más agresivo, incendiar casas también era genial. El sonido de la madera quemándose era música para los oídos de Eddy.

Hablando de música, estar en la tierra le dio a Eddy la oportunidad de practicar violín más seguido. El violín no era particularmente el instrumento preferido en el infierno - sonaba muy hermoso. Allí preferían tocar la viola (como método de tortura, por supuesto) pero Eddy siempre había amado tocar el violín, y pasar la eternidad en el infierno con uno de los mejores violinistas de todos los tiempos, Paganini, significaba que se había vuelto bueno con el instrumento.

Aunque, si había algo que no le gustaba de la tierra era encontrarse con ángeles. Los ángeles frecuentaban mucho más la tierra que los demonios, y parecía que siempre había uno batiendo sus alas blancas en cada esquina de la ciudad. Aun así, ángeles y demonios no eran necesariamente enemigos. Al contrario, eran bastante civilizados. Ambas partes sabían que tenían diferentes trabajos que hacer y acordaban mantenerse lejos del camino de los otros, tanto en la tierra como fuera de esta. Sin embargo era raro ver ángeles y demonios llevarse bien los unos con los otros–la mayoría de los demonios no podían soportar la energía extrañamente relajante que los ángeles emanaban y, de todos modos, la mayoría de los ángeles les tenían miedo.

Sin embargo, decidió no preocuparse mucho sobre los ángeles. Se prometió evadirlos lo más posible y disfrutar su tiempo lejos del infierno.

En la tierra, la diversión comenzó cuando Eddy persuadió a un descuidado humano para que le entregara su apartamento con todo y llaves.

¿Qué? Incluso los demonios necesitan un lugar para dormir.

Para ser justos, dicho humano había engañado a su novia. Así que obviamente se lo merecía.

Eso era algo importante para destacar de su trabajo: NO torturaba a personas inocentes. Además, eso no era tan divertido.

Eddy se instaló en su nuevo apartamento que, sorprendentemente, se acoplaba a sus gustos. Las paredes estaban pintadas de un gris oscuro y los muebles tenían detalles en un rojo intenso. Más importante, cuando cerraba las cortinas parecía de noche, toda la habitación se sumía en completa oscuridad

Como en casa, pensó Eddy.

Era un sábado por la noche, y la ciudad estaba destinada a estar llena de criminales-Eddy no podía esperar para ir a trabajar.

HolyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora