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Momento...incómodo.

Luego de acabar mi día laboral finalmente me dirijo a mí departamento. Al entrar, dejo mi bolso en el sillón y cuelgo la llave para no perderla. Decido tomar una ducha para relajarme así que voy hacia el baño y me desvisto.

Lamentablemente mi ducha se ve interrumpida por alguien que toca la puerta, así que envuelvo mi cuerpo en una toalla y me acerco a ella.

—¿Chris...?—digo al abrirla.

Me ve sorprendido—Y-yo lo siento—tartamudea—Es que habíamos acordado con Derek que tendríamos a visitarte, ya sabes, como casi todos los viernes...

¡Mierda! Se me había olvidado por completo.

—Ah...si, lo había olvidado, pero pasa-me hago a un lado y él pasa—Si viene Derek ábrele, iré a cambiarme.

Él asiente y yo voy hacia mi habitación, qué incómodo fue eso.

Termino de cambiarme y cuando vuelvo a la sala Derek ya se encontraba aquí.

—Hola amor

—Hola preciosa- besa mis labios.

— ¿Cómo te fue en la práctica hoy?

—Pues...digamos que bien.

Derek entrenaba en un equipo de fútbol muy conocido aquí, hace un par de meses habían logrado entrar a la liga mundial y todos los días tenía práctica.

Derek se sienta en el sofá y me sienta con él en sus piernas. Luego de charlas un rato de nuestros días, decidimos hacer lo que hacemos siempre, un trío, no mentira. Decidimos ver películas mientras tomábamos unas cervezas, luego de la película siempre jugábamos a un juego de mesa o cualquier otra cosa. Siempre nos hacia bien juntarnos, nos ayudaba a despejarnos luego de días pesados.

A pesar de que obviamente Derek y yo a veces necesitábamos un tiempo a solas, nunca dejábamos a Chris afuera cuando se trataba de juntarnos o salir a algún lado.
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