𝘾𝙄𝘾𝘼𝙏𝙍𝙄𝘾𝙀𝙎

El padre...

Subo al auto de mi amiga, ninguna dice nada.

Lourdes: ¿por qué mierda tuvo que fallar esta vez? siempre me cuidé, siempre-digo como puedo.

Daniela: sabes que no siempre son del todo efectivos Lu...

Lourdes: llévame a mi casa por favor. Necesito estar sola.

Ella asiente sin decir más nada y nos dirige hacia mi casa. Al llegar, me despido como puedo, intentando que la voz no se me quibre y bajo del auto. Entro a mi departamento y ahí es cuando finalmente no puedo aguantar más las ganas de llorar.

Bajo una de mis manos a mi vientre e inconscientemente comienzo a acariciarlo. Me pone triste no saber cómo reaccionaria el padre si se entera. Pero ya es tiempo de dejar de pensar solo en mí y pensar en esta cosa que ahora crecerá dentro de mi barriga, tengo que hablar con el padre, digo, tiene derecho a saber ¿no? si se hace cargo o no, ya no es tema mío.

Quién iba a pensar que en tan sólo unas horas después de haberme enterado que estoy embarazada ya estaría pensando en como sería e imaginándome su carita, ¿a quien se parecería más? a él o a mí. Espero que a mí porque si él no se hace cargo y el chamaquito o chamaquita se parece a él...se me haría más complicado olvidarlo y superarlo.

Hablando del padre...en unos días es su cumpleaños... cómo me gustaría que las cosas sean diferentes, si yo no hubiera actuado como lo hice, podríamos haberlo pasado juntos...

Me reprocho a mi misma cien veces más por haber causado todo este problema y decido tomar una ducha. Cuando me cambio por algo más cómodo y estoy a punto de acostarme en mi cama para poder dormir un rato, agarro mi celular y sin pensarlo marco el número de Christopher. Necesito hablar con él. Saber cuándo vuelve. Saber si va a volver. Simplemente saber algo de él.

Pero como era de esperarse, no hubo respuesta de su parte.
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