𝘾𝙄𝘾𝘼𝙏𝙍𝙄𝘾𝙀𝙎

Después de una eternidad...

Luego de la cita médica y de saber que estaba todo bien con el bebé, volvimos hasta el lugar donde nos estábamos hospedando. Íbamos a ayudar a Trini con las maletas y luego pasar nuestra última tarde juntos. Me entristecia que ya se tenga que ir, pero le hice saber que seria bienvenida siempre (al menos cuando todo este asunto de Derek acabe).

Luego de dejar sus maletas listas, nos acomodamos en la sala de estar para ver una película mientras comíamos; no tardó mucho para que Roma se nos una.

Yo me encontraba recostada en el pecho de Chris y él rodeando mi cuerpo con sus brazos. El que estemos así de juntos me hacia muy feliz.

(...)

Pasan las horas y llega el momento de despedir a Trini, la abrazamos y luedo ella prometer venir a visitarnos se va junto a Roma quien la llevaría al aeropuerto.

Cuando ambas salen por la puerta principal nosotros nos volvemos a recostar en el sillón. Comenzamos a besarnos de la manera más inocente que existe, pero solo dura unos segundos así ya que siento el amigo de Chris endurecerse bajo mi cuerpo.

Suelto una risa al sentirlo y él sonríe en mis labios, sin decir nada nos levanta del sofá y nos encamina a la habitación, cierta la puerta con el pestillo y me hace caminar hasta chocar con la cama. Me recuesta y él se deja caer sobre mi sin poner todo su peso encima mío.

La ropa va desapareciendo mientras los minutos pasan, los besos no cesan en ningún segundo y cuando ambos ya estamos como nuestras madres nos trajeron al mundo, hacemos el amor como si fuera nuestra última oportunidad de poder volver a estar juntos.

Él me besa y se mueve con delicadeza mientras no deja ni un centímetro de mi piel sin tocar, besa mi cuello y luego baja a mis pechos; se queda un rato jugando allí mientras acelera sus embestidas. No tardamos mucho en explotar al mismo tiempo y cuando nos recuperamos, él de deja caer a mí lado acurrucándome a su cuerpo.