𝘾𝙄𝘾𝘼𝙏𝙍𝙄𝘾𝙀𝙎

Todo volviendo a la normalidad.

Narrador Omnisciente.

Lourdes: ¿Te arrepientes?

Daniela: claro que sí Lourdes. Fui una estúpida al confíar en las cosas que él me prometió y no hay un maldito segundo que no me arrepienta...-suspira- quiero que sepas que me voy a hacer cargo de todo y voy a cumplir los años que me den de condena

Lourded: es lo que debes.

Daniela: lo sé, solo quería que lo sepas.- dice mirándola.

Lourdes sentía su corazón hacerse pequeño ver con ese aspecto a su mejor amiga; tenía más ojeras que un poco más alcanzarían sus mejillas. Su mirada llena de tristeza y arrepentimiento hablaban por si solos cuando la mirabas.

Daniela en lo más profundo de su corazón aún tenía la esperanza que algún día su mejor amiga la perdonaría, que esa herida sanaría y solo sería un horrible recuerdo en sus vidas. Claro está que lo sucedido les dolió a ambas, pero para sanar hay que saber sanar y sin sanar las heridas...es muy difícil poder seguir.

Cuando Lourdes se marchó de allí, sintió un alivio al saber que nada de lo que pasó le "enorgullecía" a su amiga; Lourdes supo ver lo arrepentida que se veía ella por haber confiado en un hombre que lo único que quería era hacerle mal a ella y a su ahora novio, Christopher. No sabía si algún día podría perdonaría, pero a Lourdes pareció serle suficiente el saber que se arrepentía.

Hace unos días, la relación de Lourdes y Christopher se había oficializado. Los ahora novios, se encontraban muy felices al saber que finalmente podían salir sin miedo a que Derek quiera hacerles daño.

Disfrutaban y amaban cada momento que pasaban juntos, la panza de Lourdes se hacía notar cada vez más y eso les encantaba.

Pronto se irían de la casa de Roma, la amiga de Trini. Estaban buscando un hogar para su pequeña familia que recién comenzaban a formar.