𝘾𝙄𝘾𝘼𝙏𝙍𝙄𝘾𝙀𝙎

Secuestrado en mi cumpleaños.

Despierto por los rayos de sol entrando desde la ventana. Suspiro resignado y finalmente me levanto de la cama. Tomo una ducha y me visto, salgo de la habitación para ver si Trini seguía aquí y un sentimiento de culpa me invade cuando la veo durmiendo en el sofá.

Ni siquiera recuerdo haber venido a dormir ni tampoco si ella se había ido o se había quedado.
La trate muy feo ayer luego de la inesperada vista de Tn así que creo que tengo que disculparme, pero primero iré por unos cafés al bar de aquí en la esquina porque son riquísimos.

Hablando del tema Lourdes...¿cómo supo que había vuelto? ¿Por qué tuvo que buscarme? Aún no me sentía listo para verla.
Luego de que ella me haya ido a buscar al aeropuerto sentí una sensación fea porque sabía que no iba a verla ni estar en el mismo lugar que ella. Por alguna razón no me gustaba saber que estaría tan lejos de ella, cosa que es extraña porque en estos momentos lo que menos quiero es verla.
O al menos eso quería antes de volver. Porque ahora lo único que se me antoja es ir corriendo a buscarla y pedirle que pase mi cumpleaños conmigo.

Oh...hablando de eso. Es mi cumpleaños ¡Yei! Qué felicidad. Estoy muy contento y en mi mejor momento por suerte.

Que se note el sarcasmo por favor.

Llego al bar y luego de que me entreguen el pedido comienzo a caminar hacia mi departamento.
Cuando estoy a punto de entrar, siento un fuerte golpe en mi cabeza haciendo que pierda el equilibrio y que los cafés y las facturas que tenía en la mano se cayeran al piso.

De ahí en más, todo se volvió negro.

No escuché nada.

No ví nada.

No ví a nadie.