𝘾𝙄𝘾𝘼𝙏𝙍𝙄𝘾𝙀𝙎

Pecado.

Cuando escucho el portazo de la puerta es cuando finalmente dejo que las lágrimas que estaban acumuladas en mis ojos salgan, mi rostro se parecía más una catarata que otra cosa.

Me dejo caer en el suelo, apoyando mi espalda en la pared y llevando mis piernas a mi pecho, los sollozos y lágrimas no cesan y siento que me voy a ahogar con mi propio llanto.

Escucho sonar mi celular y sin ganas de nada verifico quién es. Al ver el nombre de mi mejor amiga atiendo inmediatamente y le pido que venga, me haría bien pasar un rato con ella. En momentos así lo que menos necesito es estar sola porque soy un desastre cuando estoy triste, mi mente no deja de pensar nunca e ideas estúpidas y absurdas se cruzan por mi mente por eso necesito a mi mejor amiga, para no cometer un error.

A veces siento que necesito unas vacaciones de mi propia mente.

Siento unos golpes en la puerta y al abrirla y encontrarme con mi mejor amiga frente a mí me lanzo a sus brazos y nuevamente rompo en llanto. Ella me abraza con fuerza sin decir nada y nos adentra a mí departamente cerrando la puerta a sus espaldas.

Me dirige hasta el sillón y yo sigo sin despegarme de ella. Cuando nota que mi llanto ya se ha calmado un poco me aleja un poco lentamente y me mira. Le cuento todo que ha pasado y siento mi voz quebrar nuevamente.

—te enamoraste...- asiento con la cabeza y siento su mano acariciar mi espalda.

—y eso me hace sentir una mierda.

—no cometiste un pecado Lu, te enamoraste, quizá no en el momento correcto pero lo hiciste. Nadie elije de quien enamorarse.

—y lo sé, pero...¿justamente de él? ¿justamente de su mejor amigo?

—¿qué pasa con mi mejor amigo?- dice recostado en la puerta. Mierda ¿En qué momento había llegado?
.
.
.
.
Ig: