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Ya la perdoné.

Lourdes: duerme conmigo.

La miro por unos segundos y asiento. Me saco la remera y el jean que llevaba puesto para dormir en boxer bajo su atenta mirada. Ella ya me había visto desnudo así que sería tonto que duerma incómodo con la ropa puesta.
Me acuesto a su lado, conservando distancia e intentado dormir.

Doy vueltas y vueltas pero no logro tener sueño.

Lourdes: abrázame que no muerdo- dice en tono divertido, y, sin que me lo diga dos veces, me acerco a su cuerpo y la enredo entre mis brazos y piernas.

En ese momento es cuánto me doy cuenta de lo mucho que anhelaba y extrañaba ese calor en nuestros cuerpos.
Inmediatamente y cómo por arte de magia, el sueño me invade al estar abrazado con Lourdes; supongo que es la tranquilidad de saber que la tengo a mi lado.

Cuando despierto y miro hacia un lado, Lourdes estaba toda estirada y seguía dormida. Suelto una risa al ver lo graciosa que se ve toda desparramada y con los pelos alborotados. Aparto el cabello de su rostro y la observo dormir; es tan hermosa que me da una tranquilidad inmensa verla así.

Trini: ¿Acosándola desde temprano?- dice desde la puerta con una sonrisa divertido. Ruego los ojos y me levanto de la cama para ponerme el pantalón.

Chris: ¿Celosa?-pregunto para molestarla.

Trini: para nada grandulón. Pero, quisiera saber, ¿Por qué te haces de rogar?

Chris: -río-¿Qué?

Trini: si, te haces de rogar aún sabiendo que lo que dijo Lourdes era mentira y que ya te pidió perdón una variedad de veces.-dice.

Vuelvo mi mirada hacia Lourdes, que aún seguía dormida y salgo de la habitación con Trini.

Chris: no es por eso, ya la perdoné aunque no se lo dije. Es que, cada vez que quiero decirle cuánto la amo y que quiero que estemos junto, el recuerdo de Derek mirándome con dolor, decepción y rabia me atormenta.