𝘾𝙄𝘾𝘼𝙏𝙍𝙄𝘾𝙀𝙎

Locas hormonas.

Lourdes.

Salgo de la habitación y bajo las escaleras con cuidado para tomar un vaso de agua.

Al bajar las escaleras veo a Chris y Trini abrazados, ella en cuanto me ve se separa de él y me da una sonrisa ligera. Me disculpo por interrumpir y voy a la cocina sintiendo la mirada de ambos sobre mi.

Agarro un vaso y lo sirvo, tomo todo lo que puedo y luego de enjuagarlo lo vuelvo a dejar en donde estaba.

Salgo de la cocina y subo las escaleras sin mirarlos.

Descifrar como me siento ahora, es una misión imposible.
Tengo miles de sentimientos encontrados y si de por sí era sensible, ahora con el embarazo no quiero ni imaginar cómo voy a estar de llorona.

Entro a la habitación y me recuesto en la cama, a los segundos siento unos leves toques en la puerta y luego veo asomarse el rostro se Trini.

Trini: ¿puedo?- asiento con la cabeza y ella pasa. Me siento en la cama y ella también-. Lamento todo lo que tuvieron que pasar. Y de antemano te digo que no me voy a interponer entre tú y Chris...

Lourdes: no te interpones en nada porque él no quiere nada conmigo...

Trini: -suelta una risa-. Créeme cuando te digo que lo que más quiere es estar a tu lado y que intento hacerlo entrar en razón para que no te pierdas y luego se arrepienta, pero como todo hombre es un cabezón y con el orgullo puesto de barrera.

Ríe y río con ella.

Trini: por cierto, felicidades. No nos conocemos ni somos de confianza pero seguro serás una madraza.

Sonríe y le agradezco. De repente mis ojos se ponen vidriosos y me largo a llorar, otra vez.

Ella me consuela durante unos minutos y cuando logra hacerme reír y asegurarse que ya estoy bien, se va.

Estas hormonas me van a volver loca.