Bitter [Uchiha Sasuke]

-007-

El puente se finalizó, y fue nombrado "Naruto", en honor a aquel que devolvió la vida a su pueblo. Las heridas de todos sanaron y pudieron ir de vuelta a la aldea de la hoja. El ambiente primeramente se notó cálido. Hubo un claro acercamiento de Sasuke hacia (T/N). Y el haberse visto todos en peligro de muerte los unió. Pero aquello duró poco, ya que enseguida volvió el mismo tema que los separaba, el poder.

El mayor temor de (T/N) se presentó al llegar a casa. Su hermano se encontraba atemorizado, y lo primero que hizo fue sujetarla del hombro con su brazo sano para observar que estuviera bien. Tomó ella la rápida decisión de explicar las cosas de manera concisa, ya que había pasado mucho más tiempo fuera del esperado.

-Nos atacaron ninjas de élite. No pudimos abandonar a Tazuna y a su pueblo, por lo que nos enfrentamos a ellos. Aún así todos estamos bie...

Un sonido fuerte la calló. Con su mano derecha, le propinó una bofetada que sonó con gran fuerza, y su mejilla comenzó a ponerse roja.

-¿¡Estás loca!? ¡Debiste haber huido! Me prometiste que no te pondrías en peligro. ¿¡Tanta prisa tienes por morir!?

Ella se mordió el labio. Sabía que tenía razón, que se había puesto en peligro, pero no tenía otra opción.

-No me arrepiento.

Contestó, por lo que recibió otra bofetada. Él no estaba cabreado, estaba furioso, iracundo.

-Atrévete a repetirlo.

La retó, incapaz de seguir escuchándola. Su reacción quizás fue exagerada, pero debía actuar como un padre para ella. Y que se tirara al peligro de cabeza, aún después de haber visto la masacre de su clan, era algo que le resultaba incomprensible. Ren, desde que ella se fue, tuvo pesadillas cada noche. Se levantaba temblando de miedo. Su corazón no aguantaría perder a alguien más. Y su mente no era capaz de luchar por proteger a nadie. Tan solo rezaba con que algún día ella decidiera ser una simple civil, y que no muriera antes de que ese día llegara.

-¡No me arrepiento!

Se detuvo a un centímetro de su cara, y la sujetó con fuerza mientras empezaba a llorar desconsolado.

-¿Acaso eres tonta?

Murmuró con la voz entrecortada. Se aferró a ella, y enterró su rostro en busca de consuelo, y de sentir que no se había ido, como el resto de su familia, de sentir que era tangible y que la podía tocar. Que no solo existía en sus memorias.

-Porque... ¿y si te pasara a ti? ¿Y si vienen a por ti? ¡Quiero proteger a los que lo necesitan! ¡No quiero ver a nadie morir! No otra vez. Huir dejó de ser una opción cuando vivimos en un mundo de guerras.

Explicó, exaltada. Era una persona animada y ruidosa, sí, pero no solía alterarse. La mayoría de las veces mantenía la calma y reaccionaba de manera asertiva. Pero ver a su hermano llorar, definitivamente, era lo que más le alteraba.

Ren entendió que su hermana no era un pájaro, y que cualquier jaula sería demasiado pequeña para ella. Definitivamente, se parecía a su padre, que ansiaba liberar y proteger a la gente, a los débiles, recorrer mundo y huir del clan en el que los mantenían presos, con temor a que su kekkei genkai fuera utilizado en su contra. Sin embargo, el hermano mayor era idéntico a su madre, que encontraba suficientemente satisfactoria la felicidad y la paz ilusoria de encontrarse a salvo y en familia en casa. Por ello supo que jamás sería capaz de cortar sus alas.

Las misiones que ahora recibían eran insignificantes, insulsas, aburridas, insípidas, y una larga lista de adjetivos que describieran lo poca cosa que se sentían dichas misiones. Y ello tan solo enfrió el ambiente entre Sasuke y Naruto, que acabaron discutiendo. (T/N) golpeó en la cabeza a ambos.