Bitter [Uchiha Sasuke]

-037-

—¿Confías en mí?

Habló Shikamaru. Se acabó el funeral de Asuma hacía ya rato. Ella asistió, dando su pésame tanto a Konohamaru como a Kurenai. Luchó por no derramar lágrimas, ya que creía que no era su lugar el hacerlo. Se comparaba a sí misma con el resto, y en ella crecía el sentimiento de "no puedo estar mal, ya que ellos están peor". Lo que sí hizo fue servir como apoyo a su pareja. Se le hacía raro el pensar en ellos como una relación, ya que pese a que aceptó, el tipo de trato que mantenían era el mismo. Por ello pudo entender a qué se refería él, con un acuerdo donde ambos se aprovecharían del otro.

El chico pudo llegar a la conclusión. Pudo entender cual era el motivo de su lucha, y cómo quería seguir viviendo. Por ello ideó un plan con el que detener a Akatsuki, teniendo en cuenta sus habilidades. Pero también la conocía como para saber el motivo tras su venganza y odio, por lo que quería asegurarse de que ella siguiera su estrategia.

—Lo haré. Pero, si no funciona, dejadme sola con Kakuzu.

También hablaron con Kakashi, quien les acompañaría en la misión. De manera obvia, a ella le surgió el pensamiento de "no es necesario, puedo hacerlo sola". Pero quería alejarse de ese camino. Su objetivo no era vengarse. Era proteger a sus aliados y personas importantes. En este caso, a sí misma y a Naruto, de Akatsuki. Por ello no debía pensar en hacerlo sola. Tenía que hacerlo bien. Y contar con un jounin especializado, con técnicas poderosas y un sharingan, era lo óptimo. Sin contar con que tenía muy buena compatibilidad a la hora de luchar juntos con (T/N), al ser de su equipo, y con el grupo 10. Él suspiró.

—Supongo que no puedo detenerte.

Él era consciente del riesgo. Había imaginado todas las situaciones posibles, y estrategias para contrarrestar cualquier improvisto posible. Pero, no conocía las técnicas de Kakuzu. Habían puntos en su plan que estaban vacíos, debido al desconocimiento. Sin contar con que eran criminales rango S. Sabía que quizás alguien podría morir. Tenía que mentalizarse para evitar eso.

—Naruto vendrá luego de refuerzo, ¿no? Iré a verlo antes de ir a la entrada.

Estaban a menos de dos horas de la hora acordada para partir. Debían prepararse, y atar los últimos cabos de su plan. Pero ella prefirió dedicarle ese tiempo al que consideraba su mejor amigo. O uno de ellos.

—Espera.

La tomó de la mano. Quería tenerla un rato más. Pero en el momento en que vio su rostro normal. Completamente normal pese a estar los dos solos en su habitación, a muy corta distancia. Supo que aún no era el momento, que tenía que esperar para dar un paso adelante.

—Nada...

Dejó ir su mano con lentitud, y pese a que ella quiso preguntarle qué sucedía, él marchó.

Naruto se encontraba exhausto. Sakura ya le había transmitido el mensaje de parte de la Hokage, o tenía perfeccionada su técnica en 24 horas, o estaba fuera de la misión de soporte. Y sin duda, el no ayudar a sus amigos y profesor no estaba en tema de discusión. Por ello, pese a sentirse agotado, volvió a levantarse del suelo.

—Naruto.

Lo llamó la chica. No es como si tuviera que despedirse, ya que confiaba en él y sabía que lograría ese acometido. Más bien, quería tomar un poco de su fuerza prestada.

—(T/N).

Él habló en el mismo tono que ella, uno suave y tranquilo. Por ello, al ver su rostro, entendió un poco cómo se sentía.

—¿Puedo recargarme?

Y el chico rubio sonrió como sólo él sabía hacer, de manera amplia y genuina. Sin contar con que abrió ambos brazos ampliamente, queriendo recibirla. Ella saltó encima suyo, apoyando su rostro en el cuello del chico. Había crecido en altura y fuerza. Cada día veía más semejanzas entre él y su padre. Por ello, y quizás sólo por ello, que sentía tanto apego hacia él. Tras unos instantes y varios suspiros, se alejaron. Otra vez, él sonrió.