¿Cómo había llegado a esto? Siempre era temeroso a la hora de avanzar hacia ella, de dar un paso. Pero en estos momentos se encontraba desamparado y triste, vacío. Por eso no sintió temor al ir a su casa, ni al sostenerla entre sus brazos. Y quizás, el que ella le aceptara, le devolvió a la vida. Lo que no se esperó fue recibir una respuesta afirmativa.
—Hazlo.
Él hizo el primer movimiento, sujetando con cuidado los bordes de la camiseta de (T/N), para elevarla con lentitud y sacarla desde su cabeza. Con ello sólo quería volver a asegurarse de que estaba de acuerdo. Sabía que al mínimo gesto de rechazo por su parte, iba a detenerse. Quizás debería parar, pues pensándolo con la cabeza fría no resultaba la idea más óptima. Iba a ser calor por el momento, pero frío a largo término. ¿Quería eso? Ni siquiera pudo plantearselo cuando la chica comenzó a acariciar su nuca.
Entonces se dignó a bajar la mirada, para poder apreciarla. Toda su piel se encontraba erizada, y temblaba ligeramente bajo su tacto. Volvió a acercar su boca para rozar su cuello. Comenzó moviendo los labios dibujando besos, despues sacó la punta de la lengua para trazar círculos, y lleno de ansias la mordió de manera suave. Se apartó unos instantes para tomar aire, tiempo que (T/N) aprovechó para deshacerse de su camiseta también. Así ambos se encontraban en los mismos términos.
Él movió sus manos a los costados de la chica, y miró directo a sus ojos. Otra vez, pedía permiso. En el momento en que ella le dio un suave beso en los labios, procedió a desabrochar su sujetador. Y, en su mente, cruzó de manera rápida un pensamiento. Sasuke.
Acarició con mucho cuidado sus pechos, sabiendo que eran una zona sensible. Delineó el círculo de sus pezones con los pulgares, para acto seguido masajear con su mano entera toda la zona. Se sentía relajante, y un poco placentero. Shikamaru desvió la mano derecha por su vientre, dejando pequeñas caricias, pero la detuvo antes de entrometerse en su pantalón.
—¿Vas a preguntar a cada cosa que hagas?
Sonó un poco divertida, burlona, de manera escandalosa como siempre. Y verla tal y como la recordaba le recargó la energía y las ganas.
—¿Ah sí?
Comentó él como provocación, para hacer su movimiento. Tomó a la chica por debajo de los muslos con ambos brazos, para empujarla de espaldas y dejarla tumbada. Acto seguido desabotonó sus pantalones con destreza. Todo el temor, nerviosismo o vergüenza que en algún momento hubo sentido desapareció. Se deshizo de la prenda, e hizo lo mismo con su ropa interior, dejándola completamente desnuda.
La miró una última vez. No para preguntarle por consetimiento, o si estaba segura. Quiso advertirle de que se agarrara a las sábanas. Abrió su boca para derretir su lengua en ella. Con ambas manos mantenía sus piernas extendidas a ambos lados. Y por primera vez, (T/N) sintió una sensación indescriptible de placer. Él, de manera torpe, la complació, dando sutiles círculos en la zona superior, y yendo más profundo en su entrada. Absorbió y tomó aire, para comenzar a acariciar también sus piernas.
Notaba que le gustaba, por la forma en cómo su espalda se arqueaba de placer, y como sus piernas temblaban. Pero, el momento más placentero para el chico, fue cuando comenzó a escucharla gemir. De alguna manera trataba de silenciarse, de no hacer demasiado ruido, ya que le provocaba vergüenza el mostrar ese estado tan desastroso en el que se encontraba. Pero al contrario, él aumentó el ritmo de sus caricias y lamidas. Separó su boca para mirarla. (T/N) poseía una expresión extasiada. Sus mejillas se encontraban completamente sonrojadas. Sus pupilas, dilatadas. La fina capa de sudor que recorría su frente y cuello tan sólo la hacía ver más apetecible. Pero sobretodo, su mirada entrecerrada, y la forma en que sus piernas se mantenían abiertas para él, logró excitarlo y complacerlo al extremó. Supo que con su lengua no sería suficiente, por lo que se colocó encima de ella, con su boca en su cuello. No pudo evitar disfrutar de oler su propio aroma impregnado en ella, conjunto al sudor. Entonces, con su mano diestra, volvió a complacerla. Fue capaz de introducir dos dedos, con mucha lentitud y cuidado. Pero al notar como se aferraba a sus hombros y gemía en su oído, aumentó el ritmo.

ESTÁS LEYENDO
Bitter [Uchiha Sasuke]
FanficSus labios eran dulces, pese a lo amargos que eran sus besos. Aclaraciones en el primer capítulo.