Bitter [Uchiha Sasuke]

-029-

—¿¡Que Akatsuki ha hecho qué?!

Golpeó las palmas de su mano contra el escritorio de la Hokage, creando una grieta que atravesaba de un costado al otro.

—¡(T/N) contrólate!

E, irónicamente, la Hokage golpeó con su puño la mesa, partiendola en dos. Con ello logró un suspiro por parte de su alumna, Shizune. Prosiguió a explicar la situación. Gaara, el Kazekage, había sido secuestrado por parte de la organización Akatsuki. Naruto dedujo enseguida que el motivo era la bestia que tenía en su interior, al igual que él, y aquello tan sólo le llevó a tener más rabia. Y (T/N), en vez de centrarse en Gaara, tan sólo lo veía como una oportunidad de iniciar su venganza y proteger a alguien.

Marchó con gran velocidad hacia la casa de Asuma, que era donde se quedaba. Por motivos obvios, no era capaz de volver a su antigua residencia. Además, no quería quedarse sola. Y como la Hokage conocía sobre el hecho de que la banda criminal también estaba detrás de ella, resultaba más seguro que un Jonin estuviera a su cargo.

Recogió sus cosas con velocidad y marchó en dirección a la entrada de la aldea. Ahí se encontraba el resto del equipo Kakashi, que enseguida partieron para cumplir con su misión. Por el camino, (T/N) no escuchó nada. Literalmente, el murmullo que oía debido a la conversación entre sus compañeros, resultaha inentendible. Estaba concentrada. No, mejor dicho, ensimismada. Solo era capaz de pensar en cómo iba a deshacerse de los Akatsuki.

El tiempo pasó rápido, hasta que un pequeño roce en su hombro la trajo de vuelta.

—Deberías calmarte, (T/N). Ahora vamos a descansar un rato.

Comentó Kakashi, el líder del equipo, haciendo referencia al cielo oscurecido, señal de que ya era de noche. Sí, llegar pronto a la Arena era algo positivo, pero si se encontraban exhaustos no serían de ayuda. Tras descansar varias horas reanudaron el paso. También se encontraron con Temari, que iba en la misma dirección, y tras informarle sobre lo sucedido ella se ofreció a guiarlos por el desierto. (T/N) cada vez se impacientaba más, y al haber una tormenta de arena y tener que esperar, sólo logró que los sentimientos oscuros que se gestaban en ella crecieran.

Finalmente llegaron, encaminandose directame hacia donde Kankuro se encontraba, envenenado. Sakura avisó a sus compañeros para que se mantuvieran al margen, mientras daba indicaciones para extraer el veneno. (T/N) no pudo estarse quieta, y aun en la sala de espera, caminaba de un lado a otro sin descanso.

Las horas se hicieron eternas, y una vez llegada la noche, el chico se encontraba fuera de peligro.

—Descansad aquí. Os hemos preparado 2 habitaciones.

Sugirió uno de los dirigentes de la arena.

—No. Hemos de seguir el rastro de Akatsuki.

Respondió (T/N) al instante. Llevaba horas sin hablar, y su rostro se encontraba ofuscado.

—Aún no tenemos pistas de su paradero. Es mejor que descansemos. Mañana nos esperan duros combates.

Kakashi entendió que no le gustaba el tener que seguir esperando por la mirada que recibió.

—Es lo mejor, ¿vale?

Y sin decir nada ella se marchó. En vez de ir a la habitación que se les había asignado, fue a una zona tranquila en la calle. Ahí comenzó a entrenar. No lo hizo para mantenerse en forma, o porque creía que aún no era lo suficientemente fuerte. Ella sabía que tenía demasiado enfado y energía como para poder conciliar el sueño. Si no dormía, al día siguiente no tendría fuerzas suficientes para aniquilar a los Akatsuki. Entró en su habitación, encontrandose con que Sakura aún estaba despierta.