Capítulo VII

1.9K 159 5
                                    

✨ CAPÍTULO 7

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 7. Tomemos un poco el aire

Si Tirana se imaginaba que tendría que hacer frente a algún contratiempo en esa Fábrica, el ataque al corazón que le dio al bueno de Moscú no era uno de ellos.

- Tranquilo, Moscú, tranquilo – se inclinó sobre él cuando el hombre cayó al suelo – Ayudadme a moverlo – pidió a Denver y a Río, que reaccionaron al instante.

Salieron del baño en el que Moscú había encontrado a su hijo limpiándose la sangre de Mónica, y pasaron por delante de Berlín, que se limitó a observar la escena sin rastro de emoción en su mirada. La pelirroja se detuvo unos segundos para mirarle, pero no le dijo nada. Tampoco hizo falta. Esos ojos que tenía transmitían más que cualquier palabra que pudiera salir de su boca.

Ante esa mirada que le lanzó, Berlín llegó a sentirse realmente mal, no por la orden dada, pues si no por haber jodido, una vez más, esa extraña relación que mantenía con Tirana.

- Te vamos a tapar bien, y vas a estar recuperado dentro de nada – le decía la mujer a Moscú a medida que lo iba cubriendo con mantas – El frío que estás sintiendo en estos momentos pasará, Moscú, y te sentirás mejor. Te lo prometo.

Ninguno preguntó la razón por la que la joven sabía tanto sobre el tema, pero se vieron sorprendidos por su rápida capacidad de actuación.

Lo cierto es que Tirana sabía lo que hacer, pues ella misma había sufrido un ataque al corazón cinco años atrás. Un ataque que casi se cobra su vida pero que, por causas del destino, terminó siendo sólo un susto.

- ¿Qué te ha pasado, niña? – preguntó Moscú con dificultad al ver el rostro amoratado de la pelirroja.

- Me he caído, Moscú, ya sabes que soy muy torpe – mintió con soltura tras inclinarse para dejar un rápido beso sobre su frente – Ahora quédate aquí tranquilito, ¿vale?

Se incorporó para mirar a los demás.

- Todos fuera – ordenó – Tú también, Denver – le lanzó una mirada de advertencia – Dejadlo tranquilo.

No muy convencidos, uno a uno fueron saliendo, hasta que el último que quedó en la sala fue Berlín. Hizo ademán de acercarse a ella, pero se apartó con rapidez.

- No me jodas, Berlín – suspiró – No me vengas ahora con carantoñas. No después de lo que has hecho.

- He hecho lo mejor para el plan – repitió lo mismo que había dicho con anterioridad.

La pelirroja negó.

- Ahora lárgate – le pidió – Ya hablaremos en otro momento – tras darle la espalda se inclinó de nuevo sobre Moscú, y no volvió a levantar la cabeza hasta que escuchó la puerta cerrarse. Cejó escapar un suspiro y apoyó su cabeza sobre sus manos.

TIRANA {Berlín-Palermo} - LCDPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora