Capítulo XXI

1.7K 136 33
                                    

✨ CAPÍTULO 21

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

CAPÍTULO 21. Conociendo a Palermo 

Aquel barco los llevó a la isla en la que el Profesor y la inspectora habían pasado esos tres años. Tirana tenía que reconocer que ese lugar no le desagradaba, y así se lo hizo saber a Helsinki.

- La próxima vez no me importaría vivir en una isla como esta, Helsi.

El serbio había negado con una sonrisa. En el fondo ambos sabían que la pelirroja era una mujer de recorrer mundo, y que poco aguantaría quietecita en una isla en el medio del mar.

Su estadío en aquel paraíso duró poco, pues pronto se encontraron viajando a la fría Italia, concretamente a un Monasterio situado en el centro de la absoluta nada. Tirana observaba con los labios ligeramente entreabiertos la gran estructura de piedra que se extendía ante ella. Se giró para encontrarse con la mirada de Helsinki, que le sonrió levemente.

Toda la banda se había detenido a un par de metros de la entrada. La pelirroja se encontraba de pie entre dos de los nuevos miembros: Marsella y Bogotá. El primero de ellos era un hombre de parcas palabras, pero le resultaba agradable, y su bigote y acento francés se habían convertido en una de las debilidad de la chica; el segundo, por el contrario, era más directo que su compañero, y se había pasado varios días detrás de la pelirroja, que no hacía más que lanzarle pullas para que la dejara en paz. Lo cierto es que se llevaban bien. A ambos les gustaba ese juego de tira y afloja. Aunque Tirana tenía más que claro que la cosa no pasaría de ahí.

- ¿Qué hacemos aquí, Profesor? – la pelirroja fue la primera en hablar, formulando la pregunta que había cruzado por la mente de casi todos los presentes.

- Será aquí donde pasemos las próximas semanas – explicó el hombre, pasando por delante de Marsella para situarse frente a la chica – Es un Monasterio.

- Sé lo que es – respondió ella con una pequeña sonrisa – Pero, con todo el respeto del mundo, a mi no me hace especial ilusión dejar de ser una atracadora para convertirme en monja... - comentó.

- Sé muy bien que monja no vas a ser nunca – replicó el hombre, provocando una carcajada por parte de Tirana, que fue contagiada a parte de sus amigos.

La pelirroja sacudió la cabeza antes de avanzar hacia la gran puerta de madera. Antes de tocarla se giró hacia su hermano.

- Es la primera vez que no llegó tarde – comentó con burla.

Cuando hizo ademán de abrir la puerta, esta lo hizo sola, dando paso a un atractivo desconocido que se limitó a observarlos en completo silencio.

- Habés tardado más de lo esperado – dijo el todavía desconocido en dirección al Profesor.

- Pues al final parece que sí que llegabas tarde, hermanita – rió Kansas, ganándose una mala mirada por parte de la pelirroja, mirada que no tardó en centrar de nuevo en el hombre que tenía frente a ella.

TIRANA {Berlín-Palermo} - LCDPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora