Capítulo XIV

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✨ CAPÍTULO 14

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CAPÍTULO 14. Acabando con el patriarcado ✨

Helsinki y Denver se llevaron a Rïo a una habitación a parte, de modo que fueron Tirana y Nairobi las que se quedaron a solas con Berlín. El hombre les lanzó una breve mirada, pero no dijo nada.

- ¿Sabes lo que más me preocupa de todo esto, Berlín? – Nairobi fue la primera en hablar – ME preocupa el Profesor, que no está; me preocupa que estés tú al mandp; me preocupa que las cosas no están saliendo como las teníamos planeadas.

- Pues no te tienes que preocupar – se vio interrumpida por Berlín, que se dirigió a ella con una voz pausada – Tenemos que seguir con el plan del Profesor, y así nos irá bien.

- Pero es que no lo estás siguiendo, Berlín – esta vez fue Tirana la que habló. Se situó frente a él – Has ordenado matar a una rehén – levantó un dedo – Has enviado a Tokio a la cárcel – levantó a otro – Has sido tú el primero en incumplir el plan. Ahora no puedes venir y pedirnos que no hagamos nada al respecto. Las cosas no funcionan así. No pienso quedarme de brazos cruzados mientras veo como haces lo que te viene en gana – hizo una pequeña pausa antes de continuar – Confío en el Profesor y en su plan – susurró – Pero he dejado de confiar en ti. Y no voy a tolerar que seas tú quien decida nuestro futuro.

- Tokio tendrá su parte del dinero tal y como se acordó – replicó el hombre.

- Eso era si la pillaba la policía, no si la tirabas a los leones rodando por las putas escaleras – Nairobi se encontraba al borde del colapso – Con la mala leche que tiene ya se lo habrá largado todo a la policía. Seguro que se encuentran al otro lado del hangar, cavando un puto túnel para entrar.

- Mira, Nairobi, esto es un patriarcado, ¿de acuerdo? Entiendo tu malestar, pero es así.

- ¿Qué quieres decir con eso, Berlín? – el tono empleado por Tirana fue suave, pero estaba cargado de una rabia mal disimulada. Podía sentir como sus venas empezaban a hervir.

- Significa que a quí mando yo – se limitó a responder – Y si no quieres... Queréis – se corrigió – Que os paso lo mismo que a Tokio, será mejor que os toméis una tila y os relajéis.

Dicho eso salió de la habitación, dejando a ambas mujeres con la palabra en la boca y cara pocos amigos. Los puños de la pelirroja se apretaban con fuerza, clavando sus uñas en la palma de las manos.

Nairobi se dejó caer sobre la mesa con frustración. Tirana se sentó en el borde de la misma mientras clavaba la vista en un punto en la pared.

- ¿Qué vamos a hacer? – susurró su amiga tras unos segundos en los que ninguna de las dos dijo nada.

- Vamos a acabar con el jodido patriarcado – se limitó a decir la pelirroja, esbozando una amplia sonrisa que no tardó en ser correspondida.

Abandonaron la sala para reunirse con el grupo de rehenes que seguía con la fabricación del dinero. Caminaron en silencio hasta que Nairobi se decidió a romperlo.

TIRANA {Berlín-Palermo} - LCDPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora