Capítulo IX

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✨ CAPÍTULO 9

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CAPÍTULO 9. Una prueba de vida ✨

Tirana no se imaginaba que la persona que entraría para cerciorarse de que todos los rehenes estaban vivos sería la inspectora a cargo de la investigación, por eso mismo se sorprendió cuando el Profesor se lo notificó.

En ese momento tanto ella como Nairobi se encontraban, en compañía de Berlín, frente a Raquel Murillo, una mujer de mirada seria y cara de pocos amigos.

- Buenas tardes, inspectora – como no podía ser de otro modo, fue Berlín quien tomó la voz cantante. Después de que su cara hubiera salido en todos los telediarios ya no era necesario que llevase una máscara cubriendo su rostro, por lo que esbozó una gran sonrisa en dirección a la mujer – Como comprenderá, tendremos que registrarla. Ya sabe, para asegurarnos de que no lleve ningún micro. Pero no se preocupe, mi compañera Tirana hará esa labor de la mejor forma.

La pelirroja avanzó hacia la inspectora y pronto se encontró inclinada frente a ella, mientras sus manos se deslizaban por el cuerpo de la mujer en busca de algo. Aprovechó la cercanía para observarla con atención. No se imaginaba que la inspectora a cargo del atraco tuviera ese aspecto. Se podría decir, incluso, que era una mujer atractiva.

Sin embargo, algo en ella no terminaba de convencerle, y no era precisamente el hecho de que fuera policía. Sus manos avanzaron desde los gemelos hasta los muslos, llegando a la zona íntima de la inspectora, que se tensó con su contacto. Tirana esbozó una sonrisa ladina cuando encontró lo que buscaba.

- Inspectora – exclamó con voz suave – Qué de cosas se pueden ocultar entre las piernas, ¿eh? – en su mano se encontraba en ese momento el micro que Murillo había tratado de ocultar muy afanosamente.

Tirana le tendió el micro a Río, que se había acercado, y el cuerpo de este se tensó, aunque ella no le dio mucha importancia. Se giró hacia Berlín para indicarle que la inspectora estaba limpia.

El hombre asintió sin apenas mirarla, lo que hizo que la pelirroja frunciera el ceño. Odiaba cuando adoptaba ese papel de jefe superior a todo lo demás. No pudo, entonces, evitar pensar en que el Profesor lo había puesto al mando del atraco y, sin embargo, la había llamado a ella para que se hiciera cargo en el caso de que la cosa se fuera de control.

"- Una vez más, debo recordarte que, de ser necesario, debes hacer frente a Berlín.

La pelirroja miró al hombre de gafas con el ceño fruncido.

- No lo entiendo Profesor – negó - ¿Para que pone al mano a alguien en el que no confía plenamente? No tiene sentido.

- Confío plenamente en él – replicó – Pero en un plan como este siempre pueden surgir imprevistos.

La respuesta no convenció a la pelirroja, que se limitó a encogerse de hombros.

- ¿Qué te hace pensar que voy a ser capaz de hacerle frente? Me parece a mí que Berlín no es de esos que se dejan someter fácilmente. Y menos por una mujer – bufó, rodando los ojos.

TIRANA {Berlín-Palermo} - LCDPDonde viven las historias. Descúbrelo ahora