Capítulo 39
Casi me sentía como si estuviera en una cita. Pero sabía que no lo era.
Llegué a la puerta principal del Mercado Navideño de Edimburgo cinco minutos antes de las siete y me quedé embelesada mirando las luces del enorme mercado navideño, justo rodeando el inmenso Scott's Monument, un monumento en forma de torreón gótico. Había también algunas atracciones temáticas y decenas de puestos de artesanía y tiendecitas de gofres, crêpes y mulled wine, un vino dulce, especiado y caliente muy típico de la Navidad escocesa.
Alcancé a ver a Ryan sentado al otro lado de la calle y por suerte él me vio antes de que yo tuviera que ponerme a gritar su nombre. Cruzó la carretera con calma hasta llegar a mí y mi estómago dio un vuelco.
Yo vestía un abrigo grueso y oscuro y unas orejeras muy peludas que me había regalado mi hermana. Me había puesto un poco de brillo de labios rosa, decisión de la que me arrepentía cada vez que una pequeña brisa soplaba y mi cabello se quedaba pegado en el bálsamo.
—Hola —saludé con una sonrisa tímida.
—Gracias por venir —dijo él de inmediato, como avergonzado.
Tenía mejor cara que el último día en que lo había visto y eso me tranquilizaba.
Entablamos una conversación tranquila acerca del instituto. Ambos jugábamos en terreno cómodo al hablar de eso.
—Por cierto —murmuré, cambiando el tema ligeramente—, la foto del abrazo que ha subido HHSsays...
Ryan se rio.
—Lo sé, qué vergüenza. No pretendía darle a tu público demasiada información nueva, tus fans se estarán volviendo locos.
Pude notar en su tono de voz que se trataba de una broma, pero para ser sincera, lo que esa cuenta de Instagram había hecho subiendo esa foto, se pasaba de la raya. Aunque, ¿qué iba a decir yo? Si yo era su fuente de diversión inagotable y, para colmo, lo hacía por propia voluntad al haber accedido a entrar en su juego.
—Solo quería asegurarme de que no te había molestado. Ya sabes lo que significa ser un chico y dejarte ver en público Anne Luntz en el instituto.
—Eh, no seas tonta. Me gusta estar contigo y me da igual que lo sepa cualquiera, ¿vale?
Bajé la cabeza, turbada por sus palabras. No me había dado cuenta, pero Ryan se había convertido en alguien muy cercano a mí en muy poco tiempo. Aun así, él nunca había actuado así conmigo. ¿Dónde estaba mi Ryan Fiennes y qué estaba haciendo ese atractivo desconocido allí conmigo?
—Lo que habría dado por escuchar esas palabras hace tres meses. Cuando ni siquiera había hablado contigo nunca.
La mirada de Ryan fue indescifrable y yo me di la enhorabuena por haber sido capaz de mostrarme sincera, sin tapujos.
—¿Nos subimos a la noria? —preguntó.
Y yo me reí. Me encantaba la noria y, definitivamente quería subirme con él. Al cabo de unos minutos pudimos entrar a una pequeña cabina de hierro, con cristales transparentes. Cada uno de nosotros se subió en un lado del compartimento, tomando asiento.
—No serás de las que, cuando estemos arriba, se pone a saltar para asustar a la otra persona, ¿no?
Le golpeé en el brazo.
—Claro que no, imbécil.
Me encantaba su sonrisa, era perfecta sin serlo del todo; sus dientes no estaban colocados simétricamente, pero nada desentonaba y cuando su sonrisa llegaba a sus ojos...
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Las 10 citas de Anne. #1 La chica invisible/#2 La chica estrella ☆.
Jugendliteratur♡~Nunca supe la suerte que tenía de ser invisible... hasta que dejé de serlo. El instituto no estaba resultando fácil, pero créeme, todo se puso mucho peor cuando todo, repito, TODO el mundo descubrió mis sentimientos por Ryan Fiennes. A partir de e...