Las 10 citas de Anne. #1 La chica invisible/#2 La chica estrella ☆.

Capítulo 40

Capítulo 40.

—¿Te besó? —preguntó Richard, tumbado en mi sofá con un bol de palomitas sobre
las piernas.
Las cejas de mi amigo se levantaron hasta casi rozar el inicio de su cuero cabelludo y
yo tuve que instarle a guardar silencio.
—¡Sh! Preferiría que mi madre y mi padre no se enteraran, ¿sabes? —lo reñí, molesta.
—Se alegrarían mucho, Ryan les encanta —apuntó Alia, sentada en el sillón frente a
mí.
—Pero eso es fantástico, Anne. —Richard me dedicó una brillante sonrisa—. Mira, di
lo que quieras de @HHSsays, pero te han hecho un favor con todo el asunto de las citas. Si no
fuera por ellos, ni siquiera habrías cruzado una palabra con Ryan… ni lo habrías hecho en el
futuro.
Sus palabras eran duras. Entorné los ojos.
—¿Cómo puedes defender esa cuenta de Instagram? —pregunté—, por su culpa he
pasado momentos terribles en el instituto. ¿Has oído hablar alguna vez acerca de la privacidad?
Ellos se inmiscuyen en la mía todo el tiempo.
—Eso, técnicamente, no es cierto —murmuró mi hermana.
—Ellos solo muestran lo que sucede públicamente, Anne.
Gruñí y me quedé mirando a Richard a los ojos, sabiendo que no saldría de sus trece.
Si algo era mi mejor amigo era una persona muy tozuda. Con buenos sentimientos y ganas de ayudarme, eso sí.
Y he de decir que, por primera vez en mi vida desconfié de él. Y tuve que hacerlo:
—Solo lo voy a preguntar una vez, Richard —dije seriamente—, por favor, dime la
verdad.
La confusión se dibujó en su rostro y mis palabras siguieron fluyendo.
—¿Tú estás detrás de algo de lo que ha sucedido? De @HHSsays, del artículo filtrado
o de cualquiera de esas cosas que tanto me han «ayudado».
Se hizo el silencio en mi salón. Mi hermana miraba a Richard con los ojos muy abiertos
y yo mantenía el semblante tranquilo.
—¿En serio? —preguntó Richard—. ¿De veras me estás preguntando eso?
—Sí.
Supe que le había hecho daño solo al formular mi pregunta y no necesité que me
respondiera para saber que no, él no tenía nada que ver. Lo vi en sus ojos.
—No tengo nada que ver con eso, Anne. Porque sé que te ha hecho daño y yo jamás te
dañaría intencionadamente. Pero mírate, tú no te has quedado quieta, has aceptado el reto de
esa página de Instagram y ahora eres diferente, ahora eres como tú quieres ser: tienes más
amigos y sabes valorar a las personas que se acercan a ti genuinamente, como Jessica o Charles.
—Richard guardó silencio un instante, sabiendo que no me haría gracia escuchar la segunda
parte de su discurso. Me conocía mejor que nadie—. Porque ha sido necesario que alguien te
pegue una bofetada de realidad para que te dieras cuenta de las cosas: que Ryan Fiennes no
tenía la más remota idea de quién demonios eras antes de ese artículo, al igual que el 99% de
las personas del instituto. Y que, si realmente quieres destacar en algo en tu vida, vas a tener
que marcar una diferencia y captar la atención de la gente. Nadie tiene en cuenta a la gente invisible.
Me había dejado sin palabras. No sabía cómo tomarme ese discurso.
—Estás siendo muy injusto conmigo, Richard…
—Te estoy dando mi punto de vista. ¿De qué te sirve que yo sea @HHSsays? ¿Me vas
a echar la culpa de que el chico del que llevas enamorada años ahora te haya besado?
—Cállate. —Mi tono de voz fue muy diferente, me había molestado con sus palabras—
. Ya me ha quedado claro que no lo eres y que, en tu opinión, ahora le debo la vida a esa
estúpida cuenta de Instagram.
Richard chasqueo la lengua, molesto, y se dirigió a Alia.
—¿Y tú no dices nada? Esto también tiene que ver contigo, ¿no? Eres su hermana, di
algo.
Mi hermana, en respuesta, se levantó del sofá, le robó un puñado de palomitas y se
dirigió a su habitación.
—Avisadme cuando el ambiente deje de parecer la batalla de Trafalgar.
Suspiré al quedarme sola con Richard y tomé el mando de la televisión, dispuesta a
permanecer enfadada un buen tiempo. Después, recordé que llevaba meses sin ver a mi amigo
y que conocía de sobra su carácter. No había razón para molestarme con alguien que solo quería
ayudarme.
Dejé el mando de la televisión sobre la mesa y lo miré:
—¿Y tú cómo estás?

Hola chicas. Hoy estoy un poco enfadada/frustrada porque mi ordenador no funciona y no he podido subir el capítulo desde allí. Creo que el formato de este capítulo será extraño, perdonad :(.