MY BIOLOGY 1 Y 2 (Adaptación Juliantina)

Capítulo 17

- ¿Puedo preguntarte algo?

- Ya lo estás preguntando, pero te voy a dar otra oportunidad.

- Ah gracias. Hm... No sé cómo preguntarte esto. Va a parecer tonto, es tonto, pero te lo pregunto sin embargo.

- Entonces deja de dar vueltas y pregunta.

Estaba sentada a la orilla del mar, abrazada a mis rodillas y sintiendo el agua helada tocar mis pies descalzos. El ruido de las olas y el viento me dejaban somnolienta, más con los brazos de Esmeralda envolviendo mi cintura, acercándome a su pecho y acurrucada cómodamente entre sus piernas.

- ¿Te imaginas en un futuro... Todavía conmigo? - ella finalmente preguntó, haciéndome girar la cabeza para mirarla.

Esmeralda no correspondió mi mirada, apenas continuó mirando el horizonte delante de nosotras. Habíamos perdido la noción del tiempo, pero ya debería de ser tarde, por la oscuridad, que no era tan notorio sobre nosotras por las luces encendidas que emanaban de la casa. Me tomó un tiempo para contestar, con una sonrisa tímida en la cara.

- La verdad, me lo imaginaba hace unos tres años. - dije, volviéndome de frente y sintiendo mis mejillas quemar. Esa frase había sonado más infantil de lo que pensé.

- ¿De verdad? -Exclamó, con la voz sorprendida por la revelación. - ¿Desde que empecé a dar clases?

Asentí, sintiendo vibrar su pecho por la sonrisa que soltó. Tomé valor por un momento, preguntándome si debía hacer lo que estaba pensando, pero antes de llegar a una conclusión, escuché mi propia voz delatarme:

- ¿Y tú? ¿Te ves conmigo en un futuro?

Ella hizo una pequeña pausa, asimilando la pregunta, y esperé su respuesta sin moverme, apenas observando el agua del mar tocar mis pies nuevamente.

- En realidad, yo no pienso en eso. -Murmuró, abrazándome más fuerte, y aunque no era la respuesta que yo esperaba oír, permanecí inmóvil. - Prefiero apegarme a cada minuto como si fuera el último, como si fueras fruto de mi imaginación y pudieras desaparecer en cualquier momento... Pensar así me va a hacer las cosas mucho más fáciles cuando tenga que dejarte ir.

Fruncí el ceño levemente, sintiendo melancolía en su voz. Mi corazón dolió con esas palabras, y de nuevo me volvía de lado, poniendo mis piernas sobre las suyas.

- ¿Me dejaras ir? - exclame, sintiendo mi garganta apretada, y fijé mi mirada en la suya, incluso sin ser correspondida. Esmeralda hizo una sonrisa triste, volviendo a demostrar un cierto dolor en su expresión.

- Hay que ser realistas, Juli. -Me dijo, finalmente mirándome, y por un momento preferí que ella no lo hiciera y me ahorraría de la agonía que sus ojos se apartaban. - ¿Tienes una vida entera por delante, y qué tengo? Más años hasta que todo lo que pueda ofrecerte sea mi amor, cosa de la que probablemente no vas a necesitar. Aparecerá alguien mejor que yo, y todo lo que pasamos juntas será sólo parte del pasado.

Con cada palabra, me quedaba más desanimada. ¿Por qué pensaba de esa forma? El hecho de estar aquí con ella, amándola como nunca amé a nadie, ¿no es suficiente para probar que la quería para siempre? ¿Por qué tenía dudas de que nos quedaríamos juntas por mucho tiempo? Ni yo misma sabía, tenía un motivo con nombre y apellido para pensar como ella, pensaba una hipótesis de aquellas, pero... ¿por qué lo pensaba ella?

- No puedo creer que me estés diciendo esas cosas. -Le dije, fallándome la voz de tan incrédula que estaba. - ¡Retira lo que has dicho, ahora!