Capítulo 19

2.9K 207 11
                                    

Desciendo los escalones nuevamente, esta vez sosteniéndome firmemente en los pasamanos para no caer, y volé hasta la puerta, mientras el ronquido del motor daba lugar al silencio otra vez. Me controle antes de abrirla, con la mano casi aplastando la manija, y respiré hondo. ¿Y si fuera sólo una alucinación? No, no podía ser. Casi podía sentir su presencia, su perfume, la temperatura caliente de su piel contra la mía, su aliento húmedo en mi cuello... Estaba aquí, con toda la certeza que todavía me quedaba.

Abrí la puerta, con los ojos cerrados, y cuando la brisa helada tocó mi piel, abrí mis ojos. Si no estuviera sosteniendo la manija con todas mis fuerzas ahora, creo que me desmayaría.

El Ferrari estaba aquí.

Delante de mí.

Gracias a Dios, estaba segura.

En lo que me pareció apenas unos segundos después, me vi caminando enérgicamente hasta el lado del conductor, cuya puerta ya estaba siendo abierta por adentro. Mis ojos encontraron a los de Valentina, un poco confusos, la energía que me faltó durante todo aquel tiempo de espera surgió con fuerza total, haciendo mi corazón golpear tan descontrolado que mi visión se volvió turbia.

Su perfume ya invadía mis pulmones antes de acercarme a ella, y completamente guiada por mis instintos, entré al carro, pasando una de mis piernas sobre las suyas y sentándome en su regazo. Cierro la puerta del Ferrari, dejando a Valentina totalmente perdida, y tirando a la basura cualquier vestigio de lucidez que aún me quedaba, uní su boca a la mía sin la menor delicadeza.

Sus labios me permitieron el paso de mi lengua inmediatamente, mezclando su sabor con el mío y causándome un efecto casi anestesiante. Sus manos, aún sorprendidas con mi prisa, tardaron en decidirse entre mi cintura y mis muslos, y sin poder elegir, se detuvo en mis caderas. Desordenaba su pelo suave, sintiendo un calor dominar mi cuerpo, especialmente donde había tocado con su cuerpo.

No sé por cuánto tiempo nos mantuvimos aquí, besándonos (corrección: tragándonos) y sintiendo la presencia de una a la otra. Por la intensidad con la que ella correspondía el beso, y hasta sonreía de vez en cuando, no era la única ansiosa por este momento, lo que de cierta forma me reconfortó. Presionaba mi cuerpo contra el suyo con cada vez más deseosa, sintiéndola reaccionar de la misma forma como si quisiera fundir nuestros cuerpos en uno solo. Cuando mis labios ya estaban dolidos por la presión contra sus labios, Valentina empezó a tirar mi camiseta hacia arriba, mientras exploraba mi cuerpo con sus manos. Mis piernas se contraían inconscientemente alrededor de sus caderas, impulsándome hacia arriba y casi prensando contra el respaldo del asiento. Continuó subiendo sus toques hasta encontrar mis senos, y los envolvió con sus manos, soltando un gemido sofocado contra mis labios. Dejé que se aprovechara por un tiempo, y luego corté el beso, con una mordida en su labio inferior, para quitarme la camiseta.

Volví a inclinarme sobre ella, pegando nuestras bocas nuevamente y deslizando mis manos por todo su torso, sólo deteniéndome cuando encontré lo que quería. Abrí el botón y la cremallera de sus pantalones sin demora, sintiéndola aumentar su agresividad en el beso, y acaricié su intimidad por encima de las bragas. Valentina agarró mi pelo de la nuca en señal de aprobación, y colocando más fuerza en sus dedos cuando pasé a besar su cuello, intentando compensar el desvío de mis manos hacia su blusa. Hice el camino de vuelta, sintiendo cada músculo contraerse a mi tacto conforme subía, y seguí en su espalda cuando alcanzaba la altura máxima posible. Se sacó la camisa por la parte trasera, y me alejé, observándola sacarse la pieza y tirarla en cualquier lugar, sacándose también el sujetador.

Agarró mi cintura con firmeza, inclinándome un poco hacia atrás, y apoyé mi espalda sobre el volante, me estremecí entera cuando sentí su lengua tocar la piel de mi vientre. Valentina hizo un camino de besos enloquecedores hasta alcanzar mi cuello, trayéndome de vuelta a mi posición erguida, y cuando sus labios volvieron a buscar los míos, una de sus manos se colocó por dentro de mis bragas, provocándome con sus dedos.

MY BIOLOGY 1 Y 2 (Adaptación Juliantina)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora