MY BIOLOGY 1 Y 2 (Adaptación Juliantina)

Capítulo 3

- Permiso. - Dije, interrumpiendo la explicación de Carvajal al abrir la puerta del laboratorio. Ella sólo paró de hablar y me miró de arriba abajo, con una cara de desprecio, levantando una ceja.

- Como estaba diciendo, el informe de hoy deberá ser entregado en la próxima clase, porque la última parte de él deberá ser entregada en forma de investigación. - ella continuó, un poco enojada. No tengo que decir que Lucho me miró desde que cerré la puerta del laboratorio hasta cuando me senté en una de las sillas. Sera idiota, él piensa que esa perra le corresponde de la misma forma. Tengo pena de esos pobres niños engañados.

La profesora Carvajal terminó de explicar, sin dirigir una mirada ni siquiera en mi dirección, y se sentó en su silla. Generalmente ella colocaba los pies sobre la mesa y se quedaba de brazos cruzados, apenas observándonos con su risa burlona, pero hoy ella parecía preocupada por algo. Ella se sentó como siempre de manera holgada, pero su expresión estaba cerrada y la mirada perdida vagamente entre los alumnos. No es que yo estuviera preocupada por ella ni nada, sólo noté ese comportamiento extraño porque pasé la mitad de la clase soñando despierta con todo lo que había sucedido entre yo y la Srta. Pimentel y, consecuentemente, acababa observando a las personas a mi alrededor más que de costumbre. Mi corazón todavía estaba acelerado y mis piernas temblaban sólo de recordar que me levantó del suelo y me abrazó tan apretado.1

Durante más de mis viajes por el interior de mi cerebro, me tomé la libertad de observar a la profesora Carvajal. Mis ojos viajaban por su cara, analizando cada detalle, hasta que ella retribuyó mi mirada de una manera incomodada, como si hubiera notado que la observaba hace algún tiempo. Agrande mis ojos, sorprendida conmigo misma, y ​​continué copiando el informe de la pizarra evitando al máximo mirarla a ella. ¿Por qué cada vez que me miraba ahora, sentía un escalofrío? Así que me miró de vuelta, me acordé del beso en el ascensor, y de lo tenso que fue aquella última mirada. Tal vez fuera el miedo de que pudiera atacarme de nuevo en cualquier momento o algo así.

La clase rápidamente terminó, y como yo había llegado un poco más tarde al laboratorio, estaba igualmente atrasada en la copia de la pizarra en relación al resto de la clase. Resumiendo, mientras todos se iban, todavía estaba copiando el informe, con las manos temblorosas. Experimenta besar a tu profesora hermosa, maravillosa e inalcanzable y luego copiar una hoja entera de lección para que entiendas lo que he pasado.

Cuando todos ya habían salido, vi de reojo que la profesora Carvajal me miraba. Intenté apresurarme, pero todo lo que conseguí fue saltar una palabra y ser obligada a pasar correctivo en la hoja. Mientras yo soplaba el líquido para que se secara pronto, pude oírla bufar y levantarse, caminando lentamente hasta la ventana y observando el exterior del edificio con la frente fruncida. Y fue ahí donde me di cuenta de que mi soplo se puso más débil cuando mis ojos sin querer se fijaron en el culo de ella. ¿Qué estaba pasando conmigo? ¿Por qué me acalore de repente?

- ¿Perdió algo, Valdés? - Escuché la voz de ella reclamar, y rápidamente mi mirada se fijó hasta encontrar su rostro, aún volteado hacia la ventana. Con la mayor cara de idiota, abrí la boca varias veces en el intento de decir algo, pero como nada salió, apenas volví a copiar. Ella soltó una risa sarcástica y comenzó a balancear la cabeza negativamente. - En un día me entierras un lápiz en mi brazo, en el otro te quedas mirando mi culo. - ella dijo, y yo volví a copiar para no dejarla ver mi cara roja de vergüenza. - Después de todo, ¿qué quieres?

La Srta. Carvajal volvió su cara hacia mí, y me miró de una manera impaciente. Yo no supe bien qué decir, a pesar de haber sido sorprendida por haber tocado el asunto tan repentinamente.

- ¿Qué es lo que quiero? Gracioso, sólo menciona las partes que le conviene. ¿Por qué no se menciona también el día en el que me beso en el ascensor en contra de mi voluntad? -Respondí, marcando bien la última palabra y mirándola con rabia.