Amor entre gánsters[Yaoi/Gay]

Capitulo 26.-Igual que una Rosa.

–Takahiro–

–U-usagi?–tartamudee al ver a mi esposo pegado a los labios de mi amigo.

–T-takahiro esto no es lo que crees el me beso–trato de excusarse.

Maldita sea,por qué siempre en mi vida lo que más amo me traiciona.

La rabia y la ira inundaron mi cuerpo,nadie que no sea yo puede tocar lo que es MIO y ahora se los demostraré.

–Aceptalo Takahiro el no te ama solo te está utilizando para acostarse contigo–hablo mi "amigo" cínicamente.

–Hijo de puta–le dispare sin pensarlo mucho.

Callo al suelo mientras la sangre salia por su cabeza,nadie que no sea yo puede tocar a MI Usagi.

–Takahiro amor mío te prometo por lo que quieras que fue el quién me beso–me tomo por la cintura y estaba apunto de besarme pero me separé de el.

–Si claro y yo soy el hijo del emperador de la dinastía Ming–me burle de el.

–Oye ya perdóname...–me murmuró al oido de manera dulce.

Estaba apunto de acceder pero NO lo haré sufrir un rato para que sienta lo mismo que yo al verlo besarse con esa descarada.

–Largate de aquí que no te quiero ver ahorita,por qué ni yo mismo se lo que soy capaz de hacerte–le señalé la puerta de la casa.

–Ah...–suspiro cansado–Como tu digas.

Bueno Takahiro llegó la hora de comenzar el juego más divertido de toda tu vida.

Entre a casa como si nada hubiera pasado a excepción de un cadáver en mi patio,con una postura firme y mi orgullo de dos horas.

–¡Ya regresamos!–gritaron mis dos hijos mientras habrían la puerta.

–¿A donde fueron?–arquee mi ceja en señal de duda.

–A-ah pues solo fuimos un rato al café que queda cerca de aquí para distraernos–hablo Nansutki.

–Muy bien–les respondí como si nada.

Ellos se fueron a su habitación y yo me deje caer en el sofá con mi libro en mano.

Este libro me ayudaba a calmarme en mis ratos de ira y rabia.

–"Como resolver problemas matrimoniales en tan solo 100 sencillos pasos"–lei el título del libro.

Para ser un libro como cualquier otro daba buenos consejos para resolver mis problemas por más que no los entendiera.

Pasó 56.-
Si usted ha llegado a este punto solo queremos que sepa que su caso es especial,ya que algunas veces no tiene una buena comunicación con su pareja y por eso le damos el maravilloso consejo de que haga lo que más ama para llamar su atención, si esto no sirve trate de provocarlo con alguna acción que lo alerte a los problemas que tienen, y por último si esto no sirve, le decimos con todo respeto que su relación está hecha una mi*€&$¥ y para eso le pedimos que consulte a un psicólogo.

Gracias por leer puede seguir con el siguiente capitulo..:)

–Que libro tan maravilloso!–lo abracé contra mi pecho feliz.

–Bien Takahiro hora de hacer lo que más le gusta a tu marido–me levanté de mi lugar feliz.

Antes de irme dejé una pequeña marca en medio de mi libro para cuando siguiera leyendo y ahora sí voy a provocar a Usagi con lo que más le guste!

–Usagi–

–Bien Usagi tu puedes!–me convenci antes de abrir la puerta.

Sin que mi amado Takahiro se diera cuenta salí sin ningún problema para ir a comprar un gran ramo de rosas rojas como a él le gustaban.

–¡Takahiro!–le llamé pero no hubo respuesta.

Con duda me acerque al sofa creyendo que estaba ahí pero no.

De repente vi como una pasta amarilla de un libro se asomaba por un cojín de estos;con duda lo tome en mis manos para leerlo.

–"Como resolver problemas matrimoniales en tan solo 100 sencillos pasos"–esto sería divertido me pregunto que estará tramando mi pelinegro.

Seguí buscándolo por toda la casa pero no lo encontré aquí el ultimo lugar en que me faltaba buscarlo era en nuestra habitación.

–¿Takahiro?–abri muy despacio la puerta y lo vi estaba sentado de rodillas en la cama vestido de neko.

–U-usagi–gimió con sensualidad.

Valla al parecer nos íbamos a divertir un rato,le agradezco a ese estúpido libro.

–Que lindo gatito~–le murmuré ya a un lado suyo.

–Rrraaww!–dijo con el seño levemente fruncido y sus mejillas sonrojadas.

Lentamente se fue acercando a mí sin dejar de decir "Rrraaww" haciendo que me excitara en mi interior.

–Me gusta verte asi–lo aventé contra la cama para posicionarme encima de él.

–A-a mí también.. a-ah..–ahogo un pequeño gemido al sentir mi mano en uno de sus pezones mientras hacía pequeños círculos alrededor de estos.

Fui acercando mi rostro al suyo para besarlo con deseo y placer.

–A-ah...u-usagi~–volvio a gemir al sentir mis besos en su cuello.

–Con esto te demuestro que no me dejaría tocar por nadie que no seas tú,eres lo que más amo y haré cualquier cosa que me pidas–le hable con ternura.

Lo que dijo hizo que se sonrojara de manera tierna,para después sonreír y cruzar sus brazos por mi cuello y besarme repentinamente.

–T-te amo...

Sin más que lo tome en mis brazos para que posará sus delicadas manos en mis hombros y lo sente en mi miembro para que pudiera observar todas sus muecas.

–A-ah...senpai–me llamo con deseo y placer.

–Sabes Takahiro no sé para que lees ese tipo de libros como el que dejaste en el sofá si tú y yo somos más felices que nunca–eso que dije lo tenso haciendo que el solo se estremeciera.

–Y-y me lo dices ahora–trato de decir pero mis movimientos se lo impedian.

–No necesitas ningun libro que te diga cómo tenemos que resolver nuestros problemas solo necesitamos entendernos mejor–bese su frente.

–E-esta bien–dijo avergonzado.

–Me gusta ver como te estremeces en mis brazos–susurre a su oído para morderlo.

–¡C-callate ya tonto!

Después de hacer todo nos quedamos dormidos en nuestra cama abrazados.

–U-usagi?–me hablo mientras abrir sus bellos ojos lentamente.

–¿Como durmió mi bello ángel?–le hable para que se sonrojara.

–Bien y más por qué estoy a tu lado–sonrio tímido.

Los latidos de mi corazón se hicieron presentes algo que logró escuchar por qué latían con fulgor.

–Me encanta escuchar como late tu corazón por mi...

Y la imagen de ese maldito libro que le daba esas ideas estúpidas llegó a mi cabeza.

–Debes deshacerte de ese maldito libro antes de que nos siga causando problemas–cerre mis ojos enojado.

Sentí como sus manos se aferraron a las mías con fuerza y sentí como sus mejillas ardían en mi pecho.

–C-como tú digas–admitio avergonzado.

–Eres igual que una rosa,delicado y hermoso–bese sus labios dulces.

Edición terminada*.