Diecisiete.

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Percy superó rápidamente la muerte del Hokage, o se obligó a hacerlo, pensar en eso sólo le recordaba aquel pequeño recuerdo que había logrado desbloquear.
Los ojos sin vida de Andrew.

Y ahora, tenía una misión.

Una misión peligrosa.

Iba a infiltrarse en los archivos del Hokage pues tenía algunas preguntas y necesitaban respuesta.

La idea le había rondado por la cabeza antes, pero sabía que no tenía manera de infiltrarse pues el Hokage se la pasaba ahí casi siempre y si la atrapaba probablemente le quitarían su protector de frente y no podría ser una kunoichi nunca más.

Ahora que estaba muerto, era la oportunidad perfecta. Seguro que habría guardias, muy probablemente ANBU pero se sentía lista.

Esa noche, se vistió de negro e incluso había conseguido una máscara, era totalmente blanca y tenía una sonrisa muy tétrica, perfecta para la ocasión.
Se abasteció bien de armas, por si las dudas y dejó su protector de frente. 
También uso un neutralizador de olor que la tuvo estornudando por medio minuto entero.

Salió por la ventana y saltó por su balcón. Ella sabía que solo los jōnin tenían acceso a esos archivos pero no quería esperar hasta llegar a ese grado para que sus dudas fueran resultas.

No había tanta vigilancia como había esperado, en el perímetro de la Mansión Hokage no había prácticamente nadie pero podía distinguir varios olores en la parte de adentro. 
Revisó ventana por ventana, con cuidado de no ser atrapada hasta que por fin lo encontró. La sala de archivos del Hokage.

Abrió la ventana (¿de verdad está gente tiene tanta confianza como para no cerrar la ventana con seguro?) y se escabulló dentro. 
Habían cajas, estantes y demasiados papeles. 
Percy sacó la pequeña linterna que llevaba en una de sus bolsas, la encendió y la puso en su boca mientras tomaba el primer archivo que se le cruzaba, necesitaba entender como funcionaba eso, ¿tenían algún tipo de orden? ¿alfabético? ¿numérico?

El primero lo desecho rápidamente, no era lo que buscaba. 

Siguió buscando entre las cajas.
Blah, blah, blah, ninja que no me importa, blah, blah, blah.

Y entonces, vió una pequeña caja con un candado.

Percy sacó sus ganzúas y estuvo media hora tratando de abrirla. 
Te enseñaban a usar ese tipo de herramientas en la academia pero ella nunca había sido la mejor.

Cuando por fin pudo abrirla, casi quiso gritar de emoción pero se recordó que estaba en un lugar al que ella no tenía derecho a estar. 

Sacó el primer sobre que encontró y leyó el nombre escrito hasta arriba.

Itachi Uchiha.

Vale, ella en realidad no estaba ahí para encontrar información sobre el hermano mayor de Sasuke, pero la curiosidad pudo con ella.

Apenas y recordaba al hermano de Sasuke, lo había visto unas cuantas veces cuando iba por su hermano menor a la academia. Sabía que él había sido el que había asesinado a su clan y el objetivo de Sasuke a matar.

Sacó las hojas dentro del sobre y comenzó a leer, decía su fecha de nacimiento, sus familiares y tenía algunas anotaciones sobre el tipo de persona que era, leyó por encima las palabras "prodigio" y "genio" para después seguir a lo demás.

Percy entonces frunció el ceño.

La última misión de Itachi había sido el día de la masacre del clan Uchiha, lo recordaba perfectamente pues ese día ella había enfermado y la mandaron al hospital. Esa noche mientras ella intentaba dormir, llevaron a Sasuke al hospital, al mismo cuarto que ella, tenía unas cuantas heridas y estaba inconsciente.
Se hizo la dormida mientras escuchaba la conversación de las enfermeras. 
"Corrió con suerte, fue el único sobreviviente" era de lo que más se acordaba y la que más le enojaba, ella no creía que ser el único sobreviviente no era suerte.

Abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora