Veinticinco.

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Al ser la Hokage, Tsunade siempre estaba ocupada pero eso no la detenía de ir a ver a Percy en las noches y dejarle libros de medicina básica.

Percy no decía nada, aunque sospechaba que la Quinta Hokage le estaba tratando de decir algo.

Ahora, se encontraban en una misión, iban a ser escoltas de quién sabe quién en una carrera.
Habían parado a comer dango gracias a qué Naruto y ella tenían hambre y Sasuke no tuvo de otra que seguirlos.

Todo estaba siendo muy tranquilo hasta que un chico se acercó a ellos y comenzó a hablarles.

—Sentados ahí en las sombras —comenzó a hablar, llamando su atención— sorbiendo sopa de frijol dulce, la vida de un ninja es muy cómoda —Claro, cuando no estás metido en una batalla mortal.

—¿Qué dijiste? —preguntó Naruto, viendo al chico con el ceño fruncido.

—Supongo que no hay mucha acción en Konoha, juzgando por la forma en la que lucen—siguió hablando él. Naruto se puso de pie y dió un golpe en la mesa pero el chico pasó de él mientras miraba a Percy—. ¿De dónde vienes, hermosa? Nunca te había visto por aquí.

Sasuke miraba la escena con las cejas arqueadas y esperaba una reacción de Percy.

Vio como la chica únicamente pasaba sus ojos por Idate, aunque su mirada no decía que estaba pensando.

—¿Qué tal? Soy Idate Morino—siguió el chico mientras se inclinaba hacia ella—, ¿cómo te llamas, linda?

—¡Dale un golpe en la nariz, Percy-chan! —dijo Naruto y Sasuke pensó que si ella no lo hacía, lo iba a hacer él.

—Percy, ¿eh? Nunca había escuchado ese nombre —dijo Idate, mirándola directamente a los ojos—. Me parece hermoso. Bueno, linda, ya que el destino nos ha juntado, ¿no crees que es hora de hablar de nuestro futuro?

Percy entonces levantó una de sus manos y le pegó a Idate con su dedo índice en la nariz.

—No estoy interesada —respondió ella de manera fría, haciendo qué Sasuke y Naruto volvieran a respirar con normalidad.

—No te apures, solo estaba bromeando —dijo Idate, con una mano en su nariz—. Pero todo lo demás iba en serio, si hay algo que no soporto es un ninja. Será mejor que regresen por donde vinieron o tendrán problemas, se los advierto.

Naruto entonces se puso de pie sobre la silla, llegando a la altura de Idate.

—¿Si? Bueno, ¿por qué esperar? —dijo el rubio.

Naruto e Idate se miraron a los ojos fijamente, retándose.

Percy se puso de pie también, para apoyar al rubio.

—Solo ignoren al malandro, no tenemos tiempo —dijo Sasuke, sin siquiera voltearlos a ver.

—¿Qué no tienes orgullo shinobi, Sasuke? —preguntó Naruto—. Haz lo que quieras, pero yo voy a aplastarlo...

Idate se había ido.

Entonces, llegó su comida y todos olvidaron al chico hasta que llegó la cuenta también.

—¿Por qué son dos cuentas? —preguntó Percy viendo los dos trozos de papel.

—Una es de ustedes y otra del chico que se acaba de ir, dijo que ustedes se conocían —les respondió la señora.

A Percy le dió un tic en el ojo.

Pagaron y se fueron corriendo.

—Tengo su olor —les aviso Percy después de un rato.

Abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora