Veintiuno.

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El pecho de Percy aún dolía, y aún no podía respirar bien del todo pero eso no la detuvo de intentar ponerse de pie cuando vió que Tsunade estaba afectada por la sangre de Kabuto pues cuando terminó de ayudarla se lanzó hacia el ninja de Otogakure y este se cortó la mano para detener el ataque de la rubia.

En fin que, Jiraiya la volvió a empujar de vuelta al piso.

—No estás en condiciones para seguir peleando —le dijo él, sin mirarla—. Descansa un poco. ¡Shizune! —volteó a ver a la chica—, dejaré que te encargues del chico. Déjenme a Orochimaru a mí.

—Si tienes una botella de agua contigo, estaré como nueva y podré ayudarle a Shizune —le dijo Percy.

Jiraiya suspiró y buscó dentro de su ropa. Siempre llevaba agua cuando salía con Percy.

—Aún así prefiero que sigas descansando —le dijo Jiraiya mientras le lanzaba una botella con agua, un tanto pequeña pero podía ayudarle aunque sea un poco.

—¿Y qué hay de mi? ¿Yo qué hago? —preguntó Naruto.

—No hagas nada —le dijo Jiraiya—, quédate con Tsunade, Percy y el puerquito.

—Vamos, quiero pelear contra él —le dijo Naruto a Jiraiya—. Debe pagar por lo que hizo.

—¡He dicho que no! —le dijo Jiraiya, con su tono autoritario—. El de lentes tiene razón, no tienes oportunidad contra él, mira como termino Percy.

—Jiraiya —se quejó Percy—, ambos sabemos que Naruto es más fuerte que yo. 

El peliblanco únicamente la ignoró.

Percy en realidad estaba cansada, por lo que se dejó caer al suelo, lo próximo que supo es que habían dos serpientes gigantes y que Jiraiya había invocado a Gamakichi en lugar de a Gamabunta, asombroso.

Naruto intentó hacer el jutsu de invocación otra vez, únicamente para que ahora saliera un sapito amarillo, doblemente asombroso.

—Hola, hola —dijo el sapito amarillo.

—Hola, Gamatatsu —dijo Gamakichi—, ¿dónde está el viejo?

—Gamakichi-nīchan —dijo Gamatatsu a modo de saludo—. ¡Esta es la primera vez que me invocan!

—Pequeño, ve por algo de comer y luego busca donde esconderte, ¿quieres? —le dijo Gamakichi.

Percy dejó de escuchar cuando vió las serpientes acercarse a ellos.

Se mordió un dedo e hizo cinco sellos: Jabalí, perro, pájaro, mono y carnero.

Llevó su mano al suelo a su lado.

—Kuchiyose no Jutsu! —dijo ella, una nube de humo rodeó el lugar y al instante siguiente Percy sintió unas garras alrededor de su cuerpo, sacándola del lugar de impacto, de la zona de pelea.

—Es la primera vez que me llamas en un combate, Percy-san —dijo una voz gruesa, Percy entonces sintió el suave pelaje contra su espalda y cuello.

—Es la primera vez que he tenido la oportunidad, Kumakoji —le dijo Percy al oso, quien entonces la llevó hasta su espalda, para que estuviera más cómoda.

Su pelaje marrón era realmente suave y espeso, era un poco más grande que los ojos normales. Llevaba una armadura simple color roja, únicamente cubría su estómago y parte de sus brazos. Y llevaba dos boomerang como armas.

—Estás herida —dijo entonces el oso, por fin notando la condición de Percy—, hubiera sido mejor que hubieras llamado a Kumakento.

—Bah, estoy bien —le dijo ella.

Abismo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora