Capítulo 4

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Duska observó como Lockhart y Snape iban a hacer un duelo de magos, eligieron a varios entre ellos a Duska, la rubia bufó molesta pero subió igualmente. Le tocó una chica de Gryffindor y pensó que esto no podía ir peor, finalmente Duska se alzó con la victoria haciendo que los Slytherin gritaran emocionados, menos ella.

–Es parte de la clase, Duska. No te martilices. –le dijo Hermione con una sonrisa.

–Lo sé, solo no quiero que me asocien con los demás Slytherin.

La clase siguió con normalidad hasta que le tocó enfrentarse a Draco con Harry, Duska le deseó suerte a su amigo y observó como ambos sacaban sus varitas, Draco miraba al azabache con una sonrisa maliciosa mientras que Harry permanecía serio.

–¿Asustado, Potter?

–Más quisieras.

El duelo se llevó con normalidad hasta que Draco se pasó y sacó una serpiente, Snape se adelantó para acabar con ella cuando Harry comenzó a hablar en una extraña lengua que Duska reconoció como Parsel, la lengua de las serpientes. Cuando terminó de hablar todos le miraban impactados y sin nada que decir.

La clase finalizó y antes de que Duska se marchara con sus amigos, Snape le informó de que Dumbledore quería hablar con ella en su despacho. Duska agradeció y caminó hasta la entrada que llevaría al despacho, se paró enfrente de la estatua y pronunció.

–Caramelos de limón.

La estatua comenzó a girar sobre sí misma a la vez que subía, Duska salió con una sonrisa y entró al despacho, donde Dumbledore la esperaba sentado en su silla y con Fawkes en su pedestal.

–¿Querías verme, señorita Duska? –preguntó Dumbledore con una pequeña sonrisa.

–Así es, profesor. Quisiera comentarle algo importante sobre mí.

–Sobre la reencarnación, ¿no? –Dumbledore sonrió y Duska se quedó sin palabras. –Parece que he acertado, punto para mí.

–Así es, ¿cómo lo ha sabido?

–Desde aquel golpe has cambiado, eso ha llamado la atención de varios profesores pero sobre todo la mía. Además, que no eres la primera que reencarna. –explicó con una sonrisa. –La reencarnación es un tema importante para los magos, muchos quisieran poder reencarnar después de la muerte pero no es algo sencillo, solo una persona de alma pura puede reencarnar.

–¿Pero por qué yo? Sé que soy buena persona, pero no entiendo porqué he sido elegida. Hay muchas personas inocentes, niños, que mueren todos los días. Ellos deberían poder reencarnar.

–Lo sé, soy consciente. Pero eso no lo decidimos nosotros, Duska. Fawkes fue el que te trajo aquí, algo vio en ti para hacerlo. ¿Recuerdas algo de tu vida pasada?

–Sé que morí por salvar a mi hermano de ser atropellado, y sé todo lo que va a ocurrir con Harry, Hermione, Ron, todos los de Hogwarts. Sé todo lo que va a ocurrir. –dijo Duska. –Pero no recuerdo mi nombre verdadero ni como era mi antigua familia, solo sé que salvé a mi hermano.

–Por el bien de tus amigos y de Hogwarts, y por el tuyo. Es mejor que no les dijas quien eres. –dijo Dumbledore serio. –Eso podría alterar su destino y sería para peor, debes dejar que todo fluya como tiene que ser.

–Pero... –recordé su muerte y entristecí. –Pero podría salvar a muchas personas inocentes.

–Lo sé, pero cada uno debe pagar un precio, el tuyo es guardar silencio y no interferir, ser una mera observadora. No te preocupes, guardaré el secreto.

* * *

La navidad llegó de nuevo y con eso la poción multijugos, Duska le informó a Hermione todo sobre su hermano pero no había nada extraño, salvo que era un prepotente de primera y un niño de mamá, pero eso era algo que todos ya sabían.

¡No soy cómo ellos! (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora