¡No soy cómo ellos! (chicaxchica)

Capítulo 1 (4º Año)

Duska fue despertaba bruscamente por su padre, quien con malas palabras le avisó de que se marcharían al partido de Quidditch más importante del año. La rubia se vistió con un vestido negro largo con escote de corazón, unos tacones a juego y se peinó con una trenza que le llevaba hasta mitad de la espalda.

Narcissa al verla sonrió y le deseó buena suerte aunque se quedó confundida al ver a su hija con una mochila a su espalda, rompiendo con su buena ropa. Lucius y Draco la esparaban a las afueras de la mansión con un carruaje tirado por unos Thestrals, Duska se montó y sentó al lado de su hermano mientras su padre la miraba con algo de rencor.

–No esperarás ir al partido con esa mochila, ¿no? –preguntó Lucius a mitad del camino.

Duska observó la mochila, estaba algo malgastada dado que había sido un regalo de Ginny, aunque eso su padre no lo sabía. Tampoco quería decirle que dentro de la mochila tenía un chándal que Hermione le había regalado, para que cuando perdiera de vista a su padre y hermano cambiarse por una ropa más cómoda, a ella no le gustaba mucho usar vestidos.

–Reducio. –pronunció Duska y señalando su varita a la mochila, haciendo que se encogiera hasta caber en su mano.

–Al menos has aprendido algo.

Duska hizo una mueca y guardó la mochila encogida en el bolsillo de su vestido. Cuando llegaron al estadio la joven no pudo evitar abrir la boca asombrada ante lo que veía, si le impresionó verlo en la película más le impresionaba verlo en persona.

–Vamos, Duska. No tengo tiempo de prestarte atención. –le llamó Lucius.

Siguió a su padre y hermano para aguardar cola, al parecer habían conseguido unos asientos VIP gracias al ministerio y estaba segura de que Draco se regodearía de eso. Siguió a su familia hasta que vio a los Weasley, a Harry y Hermione, sonrió y quiso saludarlos pero su padre interfirió para mal.

–Según lo veo yo, si llueve, seréis los primeros en saberlo. –Lucius sonrió viendo a la familia Weasley.

–Nosotros vamos al palco del ministerio. –dijo Draco con una sonrisa arrogante.

Duska miró a sus amigos disculpándose con la mirada, ellos la vieron con una sonrisa triste sabiendo que ella no podía hacer mucho, bastante tensa era su relación con su padre por ayudarles tanto. La rubia siguió a su familia no sin antes hacia atrás y notó que Hermione la miraba embobada con la boca entreabierta, Ron se acercó a ella y llamó su atención para caminar con su familia.

–¿Cuándo dejarás de juntarte con esa gente? –preguntó Lucius a su hija, una vez estuvieron sentados en sus asientos.

–Nunca, son mis amigos te guste o no. –dijo Duska sin titubear.

–Serás... –Lucius iba a continuar pero Draco intervino.

–Mejor veamos el partido, está a punto de empezar.

Draco miró a su hermana por un instante y le dedicó una sonrisa, Duska también sonrió y se centró en el partido que se disputaba entre Bulgaria e Irlanda. En todo el partido la rubia no dejó de pensar en Anubis y en cómo se encontraría, gracias a las cartas que Hagrid le mandaba en secreto pudo saber que Dumbledore hizo que el semigigante escondiera a Anubis en el bosque prohibido para evitar que los estudiantes y demás profesores lo descubrieran, en la carta también informaba que una vez llegara al colegio, Hagrid le diría dónde está su basilisco.

El partido terminó tras unas horas, muchos salieron a celebrar mientras que otros lamentaban que su equipo hubiera perdido. Lucius quiso regresar a la mansión pero Duska comentó que se quedaría para buscar a sus amigos, algo que desagradó a su padre pero aún así le dejó, y ambos se marcharon dejando a la chica sola en el lugar.