Capítulo 3

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Duska se despertó en su habitación algo desorientada, no recordaba nada de lo que había sucedido durante la tarde. Sabía que había ido con Hermione a Hogsmeade a una cita pero después todo parecía borroso. Entonces recordó que había escrito algo en el pequeño diario que se propuso a hacer, al abrir el libro leyó que comenzó a sentir que no pensaba con claridad, y no escribió nada más.

–Duska del pasado no me ayudas. –suspiró Duska frustrada de no haber encontrado nada.

Entonces lo decidió.

Comenzó a escribir en el diario todo sobre ella; todo lo que había vivido su vida en otro mundo, como conoció las películas de Harry Potter y como cogió cariño a cada uno de sus personajes, y luego pasó a contar como se sintió haber renacido en este mundo, todos sus pensamientos fueron plasmados en aquel diario.

Además de escribir toda la verdad sobre quién era ella, Duska también escribió en la última hoja la palabra "Aduya", sabía que en caso de que no pudiera resolver qué era lo que le ocurría, Hermione lo haría por ella. La Gryffindor era muy inteligente y Duska confiaba en que su novia pudiera ayudarla en un futuro no muy lejano.

Salió de la sala común Slytherin y caminó hacia el despacho de Dumbledore, sabía que su diario estaba más seguro con el director, no se arriesgaría a que nadie supiera de su existencia. Al menos por ahora.

–Director, necesito que cuide de este diario hasta que sea el momento. –dijo Duska entregándole el diario.

–Me hago una idea de lo que puede ser, Duska. No te preocupes, ella lo recibirá en el momento oportuno. Junto con Harry y Ron. –comentó Dumbledore con una pequeña sonrisa. –¿No hay nada más que quieras contarme?

–La verdad... –Duska pensó en lo que le diría, y en cómo reaccionaría Dumbledore. Tomó valor y decidió decir la verdad. –Lo cierto es que sí, Albus.

Duska levantó su manga izquierda y retiró la venda que había usado para tapar la marca tenebrosa. Ella pensó que Dumbledore enloquecería y llamaría a Azkaban, pero en cambio simplemente sonrió y le hizo un ademán de que se volviera a tapar la marca.

–No sé qué hacer. –respondió Duska con inseguridad. –Me gustaría poder arreglar todo esto, o poder evitarlo.

–Nuestro destino está escrito, Duska. En ocasiones podemos intentar cambiarlo, pero siempre deberemos aceptar lo que ocurra. –dijo Dumbledore con tranquilidad. –Así como yo he aceptado mi destino.

–Pero profesor... –Duska calló al ser interrumpida.

–Señorita Malfoy, no te crucifiques por lo que va a ocurrir. Pase lo que pase, siempre deberás seguir hacia delante y renacer. –comentó Dumbledore silenciando a su alumna, y luego le dio una pequeña sonrisa. –A veces lo que inició todo es el final a todo lo que ocurre.

Dumbledore dijo aquella frase mirando a Fawkes, Duska dirigió su mirada hacia el fénix y este asintió. En aquel momento Duska no sabía la fuerza que había tras aquellas palabras, ella se despidió del director y se marchó en silencio. Aquella conversación con Dumbledore había hecho que estuviera pensativa durante algunas horas.

Duska se encontró con Kara, quien le avisó de que el equipo de Quidditch de Gryffindor estaba practicando para los siguientes partidos. Le agradeció con una sonrisa antes de correr hacia el estadio, donde se encontró con Hermione. Ambas se sonrieron y Duska tomó asiento al lado de su novia, quien le dio un rápido beso en la mejilla.

La Slytherin notó una mirada en ellas y se percató de que Cormac estaba mirando con una sonrisa a Hermione. Lo miró fijamente durante unos segundos hasta que le robó un beso a Hermione, haciendo que sonriera y que Cormac apartara la vista, bastante molesto.

¡No soy cómo ellos! (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora