¡No soy cómo ellos! (chicaxchica)

Capítulo 2

Al día siguiente Duska se levantó con algo de pereza de la cama, se vistió con el uniforme de su casa y se marchó al gran comedor para desayunar, por el pasillo le adelantaban alumnos corriendo o simplemente hablaban con entusiasmo, ella no sabía de donde sacaban la energía por las mañanas.

Desde su mesa observó como el trío de oro entraba al salón hablando con una sonrisa, Hermione se detuvo y miró a su alrededor esperando ver a alguien. Duska se preguntó quien sería la persona a la que buscaba la castaña pero su pregunta fue respondida cuando su mirada se encontró con la de Hermione, y la castaña le sonrió emocionada.

–Buenos días, chicos. –saludó Duska al salir del gran comedor, y encontrarse con sus amigos.

–Buenos días, Duska. –saludó Hermione con una sonrisa.

–¿Qué clase nos toca? –preguntó Ron caminando al lado de la Slytherin.

–Creo que Herbología con los Slytherin. –dijo Harry.

–¿Me puedo poner contigo, Mione? No quiero estar cerca de mi hermano. –Duska hizo una mueca y la castaña sonrió.

–Por supuesto, a partir de ahora serás mi compañera en las clases.

–Genial. –Duska sonrió y el cuarteto caminó junto.

Mientras se dirigían a la clase podían notar algunas miradas sobre ellos, y es que no todos los días se veía a una Slytherin caminar con una sonrisa al lado de unos Gryffindor. Algunos compañeros ya sabían de su relación y los ignoraban, pero a los nuevos de primer año se les hacía curioso ver a un grupo de amigos de las dos casas que más odio se tienen.

Cuando llegaron al invernadero se pusieron una túnica para evitar mancharse al igual que unos guantes, Duska se puso al lado de Mione mientras que Ron se quedó junto con Harry, enfrente de las chicas. Los alumnos fueron entrando y colocándose donde quisieron. Draco al pasar cerca de su hermana le golpeó con su hombro haciendo que la chica lo mirase mal.

–Tú ignóralo, Duska. Tú eres mejor que él. –le susurró Hermione, Duska sonrió y observaron como la profesora entraba apurada.

–Buenos días grupo.

–Buenos días, profesora Sprout. –dijeron todos al unísono.

–Bienvenidos al invernadero 3, alumnos de segundo año. Arrimaos. –dijo Sprout. Todos se acercaron a la mesa y observaron las macetas que tenían delante. –Hoy vamos a aprender a replantar mandrágoras. –la profesora cogió una maceta y la colocó delante suya. –¿Quién me puede decir las propiedades de la mandrágora?

Todo el mundo se quedó en silencio y solo Hermione alzó la mano, la castaña comenzó a decir todo sobre la mandrágora haciendo que la profesora otorgara diez puntos a Gryffindor. Duska miró con una sonrisa a Hermione y la castaña le sonrió a su amiga. La profesora Sprout les dijo que se pusieran las orejeras y todos lo hicieron, luego sacó una mandrágora y la replantó delante de sus alumnos, pero con el inconveniente de que Neville se desmayó.

–Bueno, hay muchas macetas que replantar, adelante.

Todos comenzaron a sacar las mandrágoras de su maceta y en un segundo todo se llenó de gritos de la planta. Duska replantó su mandrágora con rapidez para evitar seguir escuchando ese grito infernal, era como cuando el reproductor de música no iba bien y empezaba a chirriar. Draco le metió el dedo en la boca y la mandrágora le mordió el dedo haciendo que se quejara.

–Mi padre se enterará de esto. –se burló Duska en voz baja, haciendo que solo Hermione la escuchara.

–No seas mala, es tu hermano.