Capítulo 7

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–Hija, creo que deberías calmarte un poco. –dijo Wendell viendo como su hija caminaba de un lado a otro de la habitación bastante nerviosa.

–¿Cómo quieres que me calme si hace dos días que no veo a mi esposa? –exclamó Hermione algo alterada y bastante preocupada. –No debería haberle dicho aquello.

–Eso es verdad.

–Wendell. –recriminó Jean a su esposo, quién se encogió de hombros. La mujer miró preocupada a su hija y habló. –¿Por qué le dijiste aquello a Duska?

–No lo sé. –dijo Hermione pero siguió hablando al ver la mirada de su madre. –Claro que quiero tener hijos con ella, sólo que en ese momento sentí que era muy precipitado. Pensé que era muy joven y que sería mala madre.

–Hija, tú serías una excelente madre al igual que Duska. De eso no tengo dudas. –Jean sonrió con cariño y cogió las manos de su hija para acariciarlas. –Solo confía en tu esposa y en ti misma, juntas podrán hacer lo que sea.

–Además, tu madre estuvo embarazada de ti cuando nos casamos. –eso sorprendió a Hermione ya que era algo que desconocía. –Así que vosotras estáis bien de tiempo.

–Tengo que hablar con Duska. Gracias padres.

Hermione se despidió de sus padres y regresó al mundo mágico decidida a hablar con Duska. Mientras tanto Duska estaba sentada en el sofá junto con Ron y Harry, quiénes estaban preocupados por su amiga.

–Tranquila Duska, estoy seguro de que Hermione se asustó un poco pero volverán a estar bien.

–No lo sé. Parecía muy convencida de no querer formar una familia conmigo.

–Creo que Hermione ha leído demasiados libros sobre la magia y eso ha fundido su cerebro. –comentó Ron haciendo soltar una risa a Duska y una sonrisa a Harry.

–En mi otro mundo ya tendría bastante edad y seguramente tendría hijos, tal vez es por eso que deseo ser madre pero no quiero forzar a Mione a algo que no desea. –susurró Duska jugando con sus manos.

Ambos la observaron apenados por lo que ocurría, estuvieron animándola durante unos minutos más antes de que llamaran a la puerta. Ron se levantó para atender y se sorprendió al ver a Hermione con la respiración agitada y con señales de que había estado llorando. La dejó pasar e inmediatamente le hizo un gesto a Harry para salir de la casa para que ambas hablaran, ambos se marcharon en silencio y Hermione se acercó tímidamente a su esposa, quién la miró con una expresión neutra.

–Duska yo...

–No hace falta que digas nada, Mione. –dijo Duska con una sonrisa triste. –Tuve que hablarlo contigo antes y no decirlo así tan de repente. Lo siento si te incomodé.

–No tienes por qué disculparte, Duska. –habló Hermione sentándose al lado de su esposa y la cogió de las manos. –Quiero tener hijos contigo, por supuesto. Sólo que en ese momento lo primero que pasó por mi mente fue que era muy joven y que era algo precipitado. Pero si quieres, podemos intentar formar una familia. Si sigues queriendo crearla conmigo.

–¡Claro que quiero, Mione! –exclamó Duska más animada y le dio un abrazo cariñoso a Hermione, quién le devolvió el gesto mientras suspiraba aliviada.

Ambas estuvieron abrazadas durante unos minutos sintiendo que todo volvía a estar bien, todo el miedo que Hermione tenía sobre ser una mala madre se esfumó cuando su esposa la abrazó, fue como por arte de magia. Duska por su parte se emocionó al ver que Hermione sí quería formar una familia con ella, y se alegró de que su esposa no se hubiera enfadado con ella.

¡No soy cómo ellos! (chicaxchica)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora