SKYFALL 🥀 Light Yagami

36 🥀 Happiness

Habitación de Rylin

-¿No nos podemos quedar un rato más? - Preguntó Rylin con tono de tristeza.

-Es casi la una y llevamos despiertos desde las diez - contestó Light mientras se abrochaba los pantalones. - Deberíamos bajar ya. Tenemos que trabajar.

-Eres aburrido - bromeó Rylin.

Light la miró con una pequeña sonrisa y negó con la cabeza.

La joven se sentó en la cama y se cubrió con la sábana.

-¿Te vas a tapar a estas alturas? - Bromeó acercándole su ropa interior.

-No es eso tonto, es por tu Shinigami - contestó ella señalándole que acaba de llegar.

-Ryuk... - gruñó Light.

-Déjalo, ya estoy medio vestida - rió ella saliendo de la cama.

-¿Qué tal, Light? Espero que te lo hayas pasado bien, porque yo me he aburrido mucho - contestó Ryuk molesto. - Te di el cuaderno para algo.

-¿Te vienes conmigo, Rylin? - Preguntó Light, ignorando al Shinigami.

-No, voy a ir primero a hablar con L - dijo mientras se vestía y se hacía una coleta alta. - Debería disculparme por lo de ayer.

-Rylin, te dijo cosas horribles - le recordó el chico.

-Light, no intentes manipularme - contestó algo molesta. - Conmigo no funciona.

-Perdona, no trataba de manipularte - mintió Light. Se acercó a ella y la besó. - Llevas tu mono de espía, te queda muy bien.

La sonrisa de Rylin desapareció y Light no supo muy bien porqué.

-Gracias - contestó por pura cortesía.

Azotea

Esa mañana llovía con mucha intensidad. L estaba en la azotea del edificio escuchando las campanas cuando apareció Rylin.

-¡L! - Gritó ella para que le oyese a través de la tormenta.

Al escucharla, su hermano se giró.

-¡Hola, Rylin! - Saludó alto, moviendo en el aire la mano derecha.

-¿¡Quieres hacer el favor de venir aquí!? - Gritó ella. - ¡Te estás empapando, idiota!

Al no escucharla bien, L le pidió que lo repitiese un par de veces, pero no sirvió de nada. Cuando ya se hartó, Rylin se acercó a él, mojándose ella también.

-¿Sigues enfadada? - Preguntó su hermano.

-No - respondió ella, al cabo de unos segundos. - Siento todo lo que te dije. No te odio y no quiero que Kira te mate.

Los hermanos se quedaron unos segundos en silencio, con el sonido de la lluvia de fondo.

-¿Cómo lo supiste? - Preguntó L. Su hermana le miró. - ¿Cómo supiste que había contactado con él?

-La otra noche llamó al teléfono y lo cogí yo - respondió Rylin. L iba a contestar, pero la chica le interrumpió, había algo que le daba vueltas en la cabeza desde entonces. - L, ¿qué te pidió Beyond?

-¿Cómo? - Preguntó el chico.

-Le pregunté qué te había pedido a cambio de colaborar contigo y me contestó que nada - respondió la chica. - Por lo visto, sigue pensando que soy tan estúpida como para creerme sus mentiras.

-Me pidió dos cosas - dijo L. - La primera que, si te enterabas, no te dijera lo que me iba a pedir a continuación. Y, la segunda, que le "matara" cuando resolviera el caso.

-¿Cómo? - Preguntó Rylin.

-Estaba condenado a muerte, así que... - comenzó a decir el detective, hasta que la chica le interrumpió.

-Vale, ya sé por dónde vas, deja de hablar - pidió ella. - Deja de hablar de Beyond.

-Como quieras... - murmuró L. - Pero creo que deberías saber que sí borré los registros.

Rylin le miró.

"Eso quiere decir que Light no tiene nada que ver, se suicidó y ya", pensó la chica. "Reconozco que me cuesta pensarlo, pero es lo que mejor encaja..."

-Está bien - accedió seria.

L buscó en los bolsillos de su pantalón y sacó una tarjeta de uno de ellos.

-Toma, esto es para ti - dijo al dárselo.

-El documento de identidad japonés... - murmuró la chica mientras lo miraba.

-He hecho unas llamadas y te he conseguido la nacionalidad japonesa - contó L. - Ya no eres una mujer apátrida, a no ser que quieras seguir siéndolo, pero creo que esto es lo mejor para ti.

-Gracias, L - sonrió ella. - ¿Esto lo haces porque te dije que me iba?

-Eso ya da igual... - murmuró el chico. Se giró y miró a su hermana. - Rylin, escúchame. Pase lo que pase con el Caso Kira... quiero que te quedes en Japón. Con Light.

Al escuchar esas palabras, la chica se quedó muy confundida.

-¿L-Light? - Preguntó extrañada.

-No es de mi agrado, pero sé que te has enamorado de él - confesó L. - Sé que a su lado serás feliz... eso es lo único que quiero. Tienes que ser feliz de una vez.

-N-No, yo no me he enamo... - empezó a decir, pero su hermano la interrumpió.

-Rylin, por favor - dijo el detective. - Ya he asumido que te enamoras de mis enemigos - bromeó.

Rylin se quedó mirándole unos segundos. Parecía tan... triste.

-¿L? - Preguntó seria. - ¿Estás bien?

-Somos muy distintos, Rylin, vemos la vida de manera muy diferente - murmuró L. - Pero hay algo que, como tu hermano, me hace querer ayudarte o protegerte... Supongo que será biológico, no entiendo muy bien el tema de los instintos.

-Si hubieras estado en Wammy's cuando lo dimos, quizás no tendrías esa laguna - dijo ella. - Pero, claro, para ti era más fácil ir dando vueltas por el mundo resolviendo casos.

L la miró sorprendido. La chica había escupido esas palabras con tanto asco e, incluso, odio; pero lo había hecho de manera tan natural que él se pudo dar cuenta de que ella ni siquiera se había percatado.

Se sorprendió porque por fin lo había entendido. Siempre creyó que su hermana había sido la inmadura que se fue de Wammy's, que tuvo problemas y que luego decidió irse de nuevo para, más tarde, volver y enamorarse de alguien como Light. Pero no era así. Hacía muchos años, Rylin y él eran hermanos, amigos. Luego él se fue, comenzando con su vida de detective, y ella buscó el cariño que le faltaba en Beyond, dejándose influenciar por él. Años después, cuando aquel amor se rompió, volvieron a reencontrarse; ella necesitó irse y cambiar de vida, pero volvió cuando su hermano la necesitó.

-Rylin, ¿oyes las campanas? - Preguntó L.