Ser Celestial / Katsuki Bakugou x Oc (BNHA).© CANCELADA

Number Fourteen.

¡RECUERDO TU PROMESA!

Después de los entrenamientos, las siete chicas de la clase A decidieron salir juntas por un helado, todo idea de Mina y Hagakure, quienes estaban decididas a hacerse un grupo de amigas con sus compañeras de clases.

Todas las chicas aceptaron la salida, solamente esperaban a qué tocará el timbre de clases, en este momento, se encontraban en las clases de la tarde, la cual consistía en entrenamientos para el día del festival deportivo.

Yumeko por su parte, se encontraba meditando en una zona alejada, con la única compañía de Koji Koda, quién para su suerte, no hablaba, pero amaba escuchar.

Claro que la paz se rompió en un segundo por una voz ronca que llamaba a la chica a la distancia.

—¡Enana!— gritó el rubio cenizo.

La chica interrumpido su concentración para prestar atención a su amigo de la infancia.

—Katsuki, ¿Necesitas algo?— preguntó mirándole de reojo.

El chico se acercó lo suficiente, luego miró a Koda, quién se encontraba a un costado.

—Vamos a entrenar en el gimnasio— pidió, aunque parecía más una orden.

Yumeko soltó un suspiro de rendición, nada ganaba con protestar.

—Bien—.

El chico asintió y emprendieron rumbo al gimnasio que la escuela tenía implementado.

[...]

—No sabía que casi todos estarían aquí— dijo la chica acercándose a sus amigas.

—No fué planeado, ribbit— respondió la ranita.

Yumeko asintió y miró las barras.

—¿Quieren hacer barras?— preguntó.

Las chicas miraban a los chicos "discretamente" ya que estos se encontraba levantando pesas.

Jiro si le había prestado atención, así que fué la única que respondió

—¿Tienes fuerza para hacer eso?— preguntó— Porque yo no—.

Las demás chicas voltearon, esta vez si concentradas en sus entrenamientos.

—Yo no puedo hacer ni una— agregó Hagakure.

—¡Yo si puedo! ¡Hago 10!— exclamó una alegre Mina.

La exclamación de la chica rosa llamó la atención de los demás chicos, quienes ahora eran los que miraban a las féminas con ojos curiosos.

—Yo no he contado cuál es mi límite— admitió Yumeko.

A Ochaco se le ocurrió una increíble idea

—¡Compitan!— Exclamó con una sonrisa.

Las demás chicas estuvieron de acuerdo, incluso los chicos comenzaron a hacer apuestas mientras las dos féminas atléticas se preparaban.