Ser Celestial / Katsuki Bakugou x Oc (BNHA).© CANCELADA

Number Thirty-one.

¡RESULTADOS!

Frente a la residencia Todoroki.

—"¡Una residencia!"— pensó con la mandíbula al suelo al ver lo grande de la casa de su amigo.

El chico entró a la residencia y le cedió paso a la castaña.

—Disculpen...— avisó tímidamente mientras entraba y se quitaba el calzado.

—¡Ya estoy en casa!— avisó el chico.

Fuyumi, la hermana de Shoto, quién se encontraba en la cocina se acercó a saludar a su hermano menor, pero quedó impresionada cuando vió una figura femenina tras de su hermano.

—¡Oh, Shoto!— exclamó con una sonrisa— ¡Bienvenido!—.

—Hola, Fuyumi...— respondió tranquilo como siempre.

La mujer se quedó un rato observando a la chica, detallando cada parte de su ser, Yumeko sintió que se la devoraban con la mirada, comenzando a sentirse nerviosa.

—"Nariz bonita, pecas en el rostro, piel blanca..."— la mujer enumeraba cada cosa de la chica, llegando a la conclusión de que era bastante atractiva.

El joven Todoroki sintió la pequeña tensión que se había formado al rededor de su hermana y su amiga y los nervios que esta tensión crearon en Yumeko.

—Fuyumi— le llamó— ella es mi amiga, Minami Yumeko-san— la presentó.

—¡Oh!— la mujer le sonrió y extendió su mano— ¡Un placer, Minami-san! ¡Shoto me ha hablado mucho de ti!—.

Yumeko le sonrió igualmente, tomando la mano anteriormente extendida.

—Un placer igualmente, Fuyumi-san...— saludó tímida— ¿Shoto ha hablado de mí?— preguntó sorprendida.

—"Oh, le dice por su nombre— dedujo— ¿Cuánta confianza se tendrán?"—.

La mujer sonrió más ampliamente, y asintió.

—Si, me dijo que una chica simpática se sentaba a su lado— le contó— pero no me mencionó el hecho de que era muy bella, lo más seguro para que no lo moleste—.

Yumeko rió al recordar que Katsuki hacía lo mismo, justo para Mitsuki no lo molestase con sus burlas.

—Fuyumi, vamos a estudiar un poco en mi habitación— avisó.

—¡Oh! Avísame si quieren algo— ofreció.

El chico asintió y le tendió la mano a la castaña para guiarla por su casa, la chica aceptó la mano gustosa, dejándose llevar por el bicolor.

—¿Que pasaría si grito "Watashi ga kitta" en el medio del pasillo?— preguntó con una sonrisa.