Ser Celestial / Katsuki Bakugou x Oc (BNHA).© CANCELADA

Number Twenty six.

¡VIAJE A HOSU!
¡ASESINO DE HÉROES: STAIN!

3er día de las pasantías.

Yumeko y Todoroki se encontraban entrenando en el gimnasio personal de la enorme agencia de Endeavor, ese día, el hombre estaba ocupado con algún asunto importante y prohibió a ambos chicos salir del lugar, si tenían ganas de algo, podían pedírselo a la secretaria y ella lo buscaría con prisa, orden de él por supuesto.

Yumeko estaba acostada en el suelo mientras que Todoroki levantaba una pesa pequeña.

—¡Que aburrido! Pensé que Endeavor nos llevaría a sus misiones— exclamó Yumeko con un puchero.

—Lo más seguro es que lo haga, el viejo no va a perder la oportunidad de presumir— respondió Todoroki.

Yumeko rió y se incorporó.

—Tienes razón— dijo levantándose del suelo— De todas formas debería aprovechar este tiempo de descanso—.

—Si— respondió simple.

—Oye— Yumeko volvió a llamarle— Tal vez esto no te importa pero... Iida-kun, me preocupa un poco—.

Todoroki bajo la mirada, el también se sentía preocupado.

—Sí, luego de lo que le pasó a su hermano, yo también me preocupé por él— admitió— sobre todo por lo que ví antes de irnos—.

—¿Lo que viste?— preguntó la chica.

—Si— respondió— reconozco los ojos de una persona que actúa por resentimiento—.

Yumeko entendió ahí él porque de que las prácticas de Iida fueran en Hosu, lo sospechaba, pero no creía a ese chico capaz de hacer tal cosa.

—Es Iida-kun, dudo mucho que sea capaz de algo así— opinó la chica.

—Yo tampoco lo creo capaz...—.

Ambos quedaron en silencio por unos segundos hasta que Yumeko volvió a hablar.

—Creo que si es por la persona que más amo y admiro, haría lo mismo que él...— admitió Yumeko.

Todoroki simplemente asintió en respuesta, ya que no tenía más nada que decir, pero sí tenía muchas cosas que pensar.

Hasta que llegó el increíble Endeavor, pateando la puerta y gritando su característico

—¡SHOOOTO!—.

A los dos chicos presentes casi se les sale el alma del susto nada más escuchar el portazo, el grito simplemente los terminó de rematar.

—¿Qué quieres viejo?— preguntó Shoto con notable enfado y fastidio.

—Ambos vayan a cambiarse, nos vamos a Hosu— ordenó.