Capítulo 33

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Álvaro conduciendo el coche, Hazel en el asiento del copiloto y Jon en el trasero, viajan hasta Marbella para asistir al congreso organizado por Marcos Herranz, titulado "Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo".

Durante el camino, los tres mantienen una distendida conversación, hablando sobre los proyectos en los que están trabajando, los que tienen sobre la mesa para analizar y las nuevas ideas con las que quieren seguir ampliando la parrilla de programación.

El viaje no es muy largo, así que deciden hacerlo de tirón, sin realizar ninguna parada. Cuando llegan al hotel, es Álvaro quien va hasta el mostrador de recepción para pedir las habitaciones. Jon y Hazel esperan detrás, a unos metros, observando el enorme hall del hotel, con un diseño minimalista.

—No me esperaba este estilo para un hotel de playa —comenta Jon, observando a su alrededor.

—Yo tampoco. Tiene pinta de nuevo, ¿verdad?

Mientras siguen hablando sobre el estilo del hotel, Álvaro se acerca para decirles:

—Todavía no están listas nuestras habitaciones. Me dicen que podemos dejar nuestras maletas en consigna y nos invitan a tomar algo en el bar, hasta que nos avisen de que ya podemos subir.

—¡Qué bien! —exclama Hazel—: Porque estoy sedienta.

—Muy bien. Yo me encargo de dejar las maletas —se ofrece Álvaro—: Esperadme allí, ¿de acuerdo?

Jon y Hazel se sientan a una mesa y piden un par de cervezas. 

—Creo que al final voy a pasarlo bien este fin de semana —comenta Hazel tras darle un largo trago a su cerveza.

—¿Es que pensabas que lo ibas a pasar mal? —le pregunta Jon.

—Bueno, pasar un fin de semana de congreso con mi jefe, no es el plan perfecto.

—Oye, que yo también estoy —protesta Jon medio en broma—: Y además, también está tu doctor sexosinamor...

—Recuerda que el congreso lo organiza él. No creo que tengamos la suerte de que nos honre con su presencia. Imagino que estará muy ocupado.

—De momento, creo que nos va a honrar con su saludo de bienvenida —dice Jon, señalando con la cabeza hacia la puerta.

Hazel se gira y ve cómo Marcos se acerca hacia ellos con una amplia sonrisa.

—¡Bienvenidos! Me alegro de que hayáis podido venir. ¿Ya os habéis instalado?

—Todavía no estaban preparadas nuestras habitaciones —contesta Hazel.

—Ah, sí. Ha habido un pequeño lío  con las reservas. Pero vosotros no debéis preocuparos por nada. Hay varias habitaciones reservadas a mi nombre, así que, seguro que tendréis cama.

—Por supuesto —dice Jon con una pícara sonrisa dedicada a Hazel.

—Bueno, os tengo que dejar, todavía tengo que preparar muchas cosas para el inicio del congreso. Os veo luego. Saludad a Álvaro de mi parte.

—Ya lo sabes. Tendrás cama —le dice Jon a Hazel, dándole un ligero codazo.

—Y tú también, ya lo has oído. Si hasta podremos organizar una fiesta de pijamas —bromea Hazel.

—Bueno, pues ya está —dice Álvaro que se acerca hasta ellos—: He dejado mi número de teléfono para que avisen cuando estén las habitaciones disponibles. Os iré informando. Ahora tengo que marcharme, he quedado a comer. Vosotros id donde queráis, pedid el ticket de la comida, y luego os lo pagará la empresa. Y a las cinco empieza el congreso. Os dejo estos folletos con los horarios de todas las actividades. Luego nos vemos.

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