Mientras Hazel sigue mirando hacia la puerta por donde acaba de salir Álvaro, y mantiene su boca y sus ojos muy abiertos, Jon aparece y al verla con esa expresión, se gira instintivamente hacia atrás.
—¿Pasa algo? —le pregunta.
—Si te digo la verdad, no lo sé muy bien.
—Me acabo de cruzar con Álvaro y...
—¿Te ha dicho algo?
—Nada. Hasta dudo de que me haya visto. ¿Qué ha pasado?
—Me ha dicho... Bueno, yo estaba en el archivo y él estaba hablando por teléfono. Supongo que pensaba que estaba solo. Yo no quería escuchar, pero cuando he oído voces he salido y al ver que estaba teniendo una discusión bastante fuerte, me he quedado escondida y he oído toda la conversación.
—¿Y esa cara que tenías era por lo que has oído? Debe ser un buen cotilleo, porque parecía que estabas alucinando.
Hazel se sienta a la mesa de reuniones y le pide a Jon que se siente junto a ella para contarle todo lo sucedido, desde la noticia de su divorcio, pasando por la compra de las acciones, hasta la última frase que Álvaro le ha soltado antes de marcharse.
—¿Una nueva etapa contigo? —pregunta Jon sorprendido e inquieto—: ¿Crees que eso puede significar que quiere pedirte... que tú y él...?
—¡Nooo! Eso sería un disparate. No puede ser... Y no quiero pensar en ello. Lo más importante de todo esto es que quiere comprar las acciones de la empresa y que Daniel también va a vender las suyas. Y eso significa que podríamos librarnos de él, ¿verdad?
—¿Y por qué iba Daniel a querer vender sus acciones? ¿No crees que podría estar tramando algo? No me fío, Hazel...
Los dos siguen hablando un rato sobre diferentes teorías, intentando no hacerse demasiadas ilusiones sobre la posibilidad de perder de vista a Daniel. Y, después de llegar a la conclusión de que no tienen información suficiente como para hacer una suposición que tenga validez, ambos se quedan en silencio.
Al cabo de unos minutos, Jon lanza la pregunta que llevaba rondando en su cabeza todo el tiempo.
—¿Hay alguna posibilidad de que si Álvaro te hiciera una proposición... a nivel personal, tú...?
—¿¡Qué dices!? ¡Por supuesto que no! Y ni siquiera puedo creer que él se haya planteado algo... así.
—Es que lo de "una nueva etapa de mi vida contigo", la verdad es que suena a algo comprometido.
—Me da igual como suene. No, Jon, tiene que haber una explicación que no hemos barajado.
En ese momento, suena el teléfono de Hazel. Es Álvaro pidiéndole que no se mueva del despacho porque va de camino para hablar con ella, especificando que quiere hacerlo a solas.
Jon capta la indirecta y sale del despacho con un nudo en el estómago, a pesar de lo explícita que ha sido Hazel respecto a su decisión de declinar cualquier tipo de proposición de índole sentimental que Álvaro pudiera hacerle.
Hazel intenta trabajar mientras espera a Álvaro, pero no consigue concentrarse. Unos diez minutos después, Álvaro aparece en el despacho y le pide que le acompañe a la mesa de reuniones.
Lleva unos documentos en una carpeta que entrega a Hazel, mientras le explica:
—Como has podido escuchar, quiero comprar las acciones de mi muj... de mi exmujer. El grupo de Lauren Pizcueta le ha hecho una estupenda oferta a Daniel, que no ha podido rechazar. Le compran su 50% de las acciones y le ofrecen un puesto directivo en el área de negocio de Londres. Hay una empresa dispuesta a comprar el otro 50%, el que pertenece a mi ex, pero así perderíamos el control total de la cadena, y no quiero hacerlo. Sin embargo, ahora mismo no puedo reunir todo el dinero para comprar esa cantidad de acciones y, si no lo consigo en esta semana, mi exmujer le venderá sus acciones a la otra empresa.
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Directo hacia ti
RomansaHazel celebra su ascenso con asombro y alegría. Es la primera mujer que ostenta un cargo directivo en la cadena de televisión local donde lleva trabajando casi siete años, propiedad de un multimillonario misógino, inculto y con escasos conocimientos...