El lunes por la mañana, Hazel se encuentra con una nueva sorpresa. Cuando entra a su despacho, ve a Tom sentado en la silla que hay frente a su mesa y en cuanto la ve aparecer, se levanta y se dirige hacia ella con entusiasmo.
—¡Buenos días, Hazel! Cuando me dijeron que iba a trabajar contigo, casi no podía creerlo.
—¿Trabajar conmigo? ¿Qué quieres decir?
—Los directivos de la cadena me han visto en el programa de las citas y me han dicho que quedo muy bien en pantalla, así que voy a presentar uno de los programas nuevos que estás dirigiendo con la productora...
—Espera un momento —le interrumpe Hazel sin entender, o sin querer entender lo que está ocurriendo—: ¿Quién te ha dicho eso?
—Daniel, me ha dicho que venga directamente aquí y que hable contigo.
—A mí nadie me ha dicho nada. Y, que yo sepa, Daniel no tiene potestad para tomar decisiones en cuanto a la productora. ¿Has hablado con Álvaro?
—No, con Daniel y otro hombre, que ahora no recuerdo su nombre.
En ese momento, entra Jon al despacho, hablando por teléfono.
—¿Y no habría que definir antes todos los detalles del programa? Ya, entiendo... Está bien. ¿Y dices que vendrá hoy? —en ese momento levanta la vista y ve a Hazel con aquel joven atractivo y sonriente—: Sí, creo que ya está aquí.
Cuelga el teléfono y se acerca hasta ellos.
—Hola, ¿tú eres...?
—Daniel nos lo manda para presentar un programa —responde Hazel rápidamente.
—Soy Tom, ya nos conocemos —responde Tom extendiendo su mano.
—Pues, qué bien —responde Jon al saludo.
—¿Es todo lo que vas a decir? —le pregunta Hazel—: Lo manda Daniel y creo que él no debería tomar las decisiones aquí.
—No es solo decisión de Daniel, también de Estela —añade Jon—: Estaba hablando con ella.
—Ah, pues qué bien —dice ahora Hazel.
—¡Genial! Entonces, ¿empezamos? Creo que me tienes que explicar la dinámica del concurso, Hazel. Estoy muy emocionado y cuento con toda tu ayuda, ¿verdad?
—Sí, claro —dice Jon con una media sonrisa—: Estoy seguro de que Hazel va a ofrecerte toda su ayuda, ¿verdad, amiga?
—Por supuesto —responde Hazel, intentando disimular el malestar que le ha provocado ese comentario, así como el gesto irónico de Jon. Pero ella también sabe ironizar, de hecho, se le da muy bien hacerlo—: Estoy a tu entera disposición, Tom.
—¡Estupendo! Me han dicho que hay un programa concurso familiar en el que encajaría muy bien. Es de hacer pruebas y responder preguntas, ¿no?
—Sí, ese tendrás que presentar, según me ha comunicado Estela— dice Jon.
Los tres se sientan a la mesa de reuniones y sacan el proyecto sobre el que ya habían empezado a trabajar, aunque todavía faltaban muchas cosas por definir. Los redactores estaban trabajando en los contenidos, estableciendo las pruebas y preparando las preguntas, adaptadas a diferentes niveles. Pero todavía tenían que establecer la duración del concurso, la dinámica del mismo, el timming... Mientras están hablando sobre el estilo y el tono que tiene que darle el presentador, Jaime irrumpe en el despacho, acompañado de seis chicas, todas ellas muy jóvenes, muy guapas y muy altas.
—¡Buenos días a todos! Veo que ya conocéis al nuevo presentador de "Me la juego" —dice Jaime con una gran sonrisa—: Mi querida Hazel, ¿te encargas de él mientras me llevo a Jon para que me ayude con las chicas? Tenemos que elegir a dos azafatas y, como habrás podido comprobar, es una difícil elección entre tanta belleza, ¿verdad Jon?
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Directo hacia ti
Roman d'amourHazel celebra su ascenso con asombro y alegría. Es la primera mujer que ostenta un cargo directivo en la cadena de televisión local donde lleva trabajando casi siete años, propiedad de un multimillonario misógino, inculto y con escasos conocimientos...