Capítulo 49

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—Yo también me alegro de que seamos amigos, Jon— dice Hazel, encajando como puede sus palabras, pero no está dispuesta a dejar las cosas así. No la ha dejado terminar lo que le quería decir, posiblemente porque no se lo espera. Y le parece lo más normal, pues ya se ha encargado ella de negarle sus sentimientos en muchas ocasiones. Así que, vuelve a intentarlo—: Pero, quería decirte que...

—Bueno, ya está aquí el abogado —dice Álvaro que irrumpe en ese momento, acompañado de Lauren y otro hombre.

Los cinco se sientan a una mesa y comienzan a hablar sobre las condiciones del acuerdo con el que formarán la nueva sociedad. Es una reunión bastante larga para dejar todos los puntos claros, con todos los cabos bien atados. 

Firman un preacuerdo y quedan en firmar las escrituras ante notario la próxima semana. Cuando terminan la reunión y el abogado se marcha, se quedan hablando sobre otras cuestiones un rato más.

Para empezar, Jon tiene que llamar a Estela para rescindir su contrato con la productora. Aunque han quedado en que seguirán manteniendo el acuerdo de colaboración con Producciones Samey, él ya no será un empleado de esa empresa.

Luego se ponen a comentar el destino de Daniel, pues todos quieren asegurarse de que ya no va a tener ninguna relación con el Canal 8, desde su nuevo puesto en el grupo audiovisual que le ha ofrecido Lauren.

—No debéis preocuparos por nada —aclara Lauren—: Ya le he comprado su parte de acciones y le he ofrecido un puesto en una  filial del grupo que nada tiene que ver con Canal 8, ni prácticamente nada del sector audiovisual.

—Su aportación tampoco iba a ser relevante —interviene Álvaro—: A pesar de llevar años trabajando en una cadena de televisión, no tiene ni idea de este mundo. 

—Sí, pero como todos los tontos, parece tener mucha suerte —habla ahora Jon—: Lauren ha sido como un Rey Mago para él; le da un montón de pasta y encima le pone en un puesto de dirección para ganar más dinero todavía.

—Espero que se administre bien el dinero —sigue diciendo Lauren—: Es un hombre tan ambicioso que no se ha preocupado en leer la letra pequeña. Su puesto está asegurado durante un par de meses como mucho. La empresa que le ha contratado está en quiebra, así que, no sé si llegará a cobrar su primera nómina allí.

—¿En serio? —pregunta Hazel sorprendida—: Pero, esa es una jugada muy sucia.

—Por lo que tengo entendido, tan sucia como es él —le responde Lauren—: He tenido ocasión de investigarle en profundidad. Soy un hombre de negocios, tengo muchos contactos y muchas formas de obtener información. No soporto a la gente que abusa de su poder y, haberme convertido en un hombre poderoso en este sector, alguna vez me permite el lujo de poder castigar a los indeseables. También te puedo garantizar que le va a resultar muy, pero que muy difícil volver a encontrar trabajo en este sector, así que confío en que sepa hacer otras cosas o el dinero que ha ganado no le durará eternamente.

—El tiempo pone a cada uno en su sitio —dice Álvaro—: Y tú deberías alegrarte más que nadie, Hazel.

—Sí, bueno... La verdad es que me da igual lo que haga con su vida. Lo que me alegra es saber que está lejos de la mía. 

—Eres demasiado buena, Hazel —le dice Jon, y ella se sonroja.

A los pocos minutos, todos salen de la oficina y Jon se despide diciendo que se marcha a hablar con Estela, así que Hazel no encuentra la ocasión para seguir lo que le quería decir cuando Álvaro les ha interrumpido.  

Cuando están en el parking y Jon se ha subido a su moto, se gira hacia Hazel y le pregunta:

—¿Qué te parece si quedamos esta noche para celebrarlo? 

Directo hacia tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora