Historia de Una Guerra

Capítulo 20

Por la Conquista

La mañana había llegado al Seireitei y junto con ello los recuerdos de una noche de celebración y anuncios, mas para los que había estado pendientes de lo que pasaría en la casa de los Kuchiki, ahora todo el cuchicheo y comentarios era para la sorpresiva pareja comprometida, porque nadie hubiese pensado que el noble joven y soltero más codiciado tuviese una relación de noviazgo con una joven sin un apellido rimbombante que no tenia mas gracias que ser muy educada y trabajadora, que obviamente se había sacado la lotería pues se había comprometido con alguien que podía darle un futuro y muchas cosas más.

Pero fuera de esa gran noticia la indignación había llegado al pelinegro la misma noche de su compromiso, cuando Soi regreso de la casa de los Shihōin y luego que todos los invitados se habían marchado El junto con Soi Fong acompañaron a Hisana hasta su casa junto a su hermana Rukia, en el camino Soi les conto todo lo que había pasado con la morena, obviamente omitiendo lo que parecía no era necesario decir y al momento de saber que Yoruichi se había dicho que no sería fácil de conquistar, al no aceptar de primeras el cortejo de Soi, Byakuya pensó que estaba siendo un poco orgullosa y altanera aun así Hisana logro calmar su temperamento explicando que era lo que se podía esperar y que Soi debía de poner empeño en conquistarla.

Byakuya comenzó a pensar en un plan que rápidamente fue desechado, ya que Soi no le parecía correcto que le ayudaran y Hisana tampoco estaba a favor de eso dejando al pelinegro frustrado. Hisana siendo mujer y más comprensiva trato de animar a Soi para que hiciera lo necesario para conquistar a la morena ya que ella en cierta forma le conocía y podía entrarle por sus gustos, su lado más flaco, sin olvidar tener detalles lindos, sorpresivos, llenarla de atenciones, sobre todo darse un poco a desear y no solo demostrar su interés en la morena, Soi no entendía mucho hasta que Hisana le dijo que era como jugar el juego del gato y el ratón.

Mientras tanto en la casa Shihōin, Yoruichi aun permanecía dormida en su habitación pues había sentido que la noche había sido muy ajetreada no tanto física como emocional y es que Soi le había dado una sorpresa con lo del baile y luego esa manera de mostrar el interés sentimental que la morena creía perdido. Por otro lado Shiro no había dejado de curiosear y enterarse quien era la persona que había bailado con su hija con la esperanza de que se conozcan y al fin su hija siente cabeza y forme una familia, mientras que su esposa trataba de restarle importancia al asunto diciéndole que dejara a la morena en paz con ese tema.

En la casa de Soi todo parecía normal Kirio, preparaba la mesa para el desayuno que por la hora le parecía un poco tarde, pero después de una noche como ayer era normal, por otra parte la peli azul salía de su habitación aun con un poco de cansancio pues había sido la última en llegar a casa casi a la media noche entre esperar que todos los invitados se marcharan y luego acompañar Hisana y Rukia a su casa y regresar con Byakuya y todo lo que habían charlado había quedado exhausta sin contar el desgaste mental y emocional por lo que paso en el baile junto a la morena, su declaración y la promesa de conquistarla.

Suspiro largamente comenzaría por tomar el desayuno y luego descansaría un poco más, para en la tarde ir como de costumbre a la casa de Reiko, había cosas de las cuales deseaba chalar con ella como por ejemplo el mal comportamiento que había tenido con Byakuya el día anterior, la pelinegra estaba cambiando de una persona amable y divertida a una que no había visto nunca, pero de eso pensaría más tarde ahora lo importante era el desayuno, por lo que llego hasta el comedor —– buenos días Kirio-san, huele bien— señalo Soi sentándose en la mesa.

—Buenos días — respondió está llevando el plato de comida a Soi — aqui esta tu desayuno, pensé que dormirías un poco más.

—Es la costumbre — respondió la voz que provenía de Shutara — el levantarse para entrenar y ejercitarse todos los días en las primeras horas de la mañana — Soi asintió ya con su primer bocado en la boca, Shutara tomo asiento frente a ella, mientras Kirio ponía otro plato en la mesa y otro más frente a Shutara.