Capítulo 10

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Celos y Algo Más.

Eran las 7 de la mañana y la morena se encontraba en la cocina tomando un vaso de leche mientras terminaba de prepararse para ir a lugar de entrenamiento, su madre ya se encontraba en la cocina preparando el desayuno pues Shiro y Shutara ya habían salido hacia el lugar de entrenamiento.

— Hija vas un poco retrasada — advirtio Minako con una leve sonrisa— aunque me alegra ver que consiguieras despertar temprano.

Yoruichi puso los ojos ante lo que decía su madre — aun no entiendo porque debo estar en ese entrenamiento — se quejo con leve tono molesto — debería estar en cama durmiendo plácidamente — espeto con molestia y buscando la puerta.

Lo que decía era muy cierto pues le había costado mucho trabajo salir de la cama porque había dormido muy bien, tan cálidamente abrazada a la delgada cintura de Soi, podía decir que nunca había dormido así de bien como anoche, sin contar las breves caricias y pequeños besos que había prodigado a la joven Fong antes de caer rendidas ante Morfeo, para su gusto hubiese seguido dormida al lado del calor que le proporcionaba el cuerpo de su guerrera y sobretodo verle despertar para ser lo primero que vieran esos hermosos ojos acerados que tanto amaba, en cambio ahora caminaba a paso rápido y casi furioso, no era de menos ya que debía ir a ese entrenamiento del que nada tenía que ver; se suponía que era solo para los tomados en cuenta en la incursión del Seireitei y por supuesto su padre había evitado por todos los medios involucrarle o tomarle en cuenta aun cuando sabia que ella era una excelente guerrera, mucho más que algunos idiotas revoltosos que se la llevaban de machos.

Cuando Yoruichi apareció todos se encontraban formado, Shiro estaba dando instrucciones y junto a él se situaba Shutara vestida como lo había estado en el bosque, Yoruichi no pudo evitar sonreír al pensar en que esa era la vestimenta que indicaba que la monje estaña lista para patear algunos culos, la morena suspiro y tomo seriedad para buscar su sitio de siempre en el entrenamiento.

Shutara escaneaba el lugar y aunque estaba muy atenta a las indicaciones de Shiro, había visto entrar a la morena al lugar, su llegada era un poco retrasada pero no pudo evitar notar su postura que parecía tensa, después había aflojado un poco y tras avanzar a su posición noto como los jóvenes le miraban sin descaro y casi babeando, igualmente las muchachas que se encontraban ahí aunque eran en escasa cantidad habían tenido la misma reacción para con la joven Shihōin, Shutara no pudo evitar una leve sonrisa al pensar que Yoruichi se parecía tanto a su padre pues al parecer era una rompecorazones.

—Comenzaremos con los ejercicios de calentamiento, seguiremos con demostración en ataques con espada y luego iremos al campo de obstáculos — ordeno Shiro y todos comenzaron con lo ordenado, Shutara observaba las líneas de hombres y jóvenes, podía ver como a simple vista quienes tenían una mejor habilidad y quienes les hacían falta técnica, aun así no pudo evitar mirar hacia la morena, sus movimientos eran rítmicos y fluidos tanto que parecían ser algo natural en ella.

— ¿Ya tiene al grupo que se infiltrara en el palacio del rey?— Pregunto Shutara al moreno sin dejar de ver a los que entrenaban.

—Los tengo — respondió Shiro — a mi parecer son los más habilidosos.

—Ya veremos eso — indico la monje — si me disculpas quiero ver a Yoruichi — señalo Shutara tomando camino hacían la morena seguida muy de cerca de Shiro Shihōin.

Yoruichi se encontraba haciendo su rutina diaria, tan concentrada que no había notado que alguien venia en su dirección, muchos quedaron asombrados cuando en un ágil movimiento Shutara se había abalanzado en contra de la joven Shihōin, pero lo más sorprendente fue ver que la morena reacciono a tiempo para bloquear el golpe justo a tiempo.

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