Capítulo 5

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Visitantes Inesperados 2

El caballo se detuvo a la entrada del monasterio y Shutara rápidamente se acercó a ellos, vio al joven Kuchiki sosteniendo su mano torpemente realmente parecía herido.

—Lamento importunarlos de nuevo — se disculpó suavemente Yoruichi Shihōin — ocurrió un pequeño accidente.

—Vengan — ordeno Shutara y rápidamente ayudo al joven a bajar del caballo —Tenjirō posiblemente ya venga en camino.

Soi había ido rápidamente en busca de Tenjirō para informar de los visitantes, al momento el corrió hacia la puerta junto a la peli azul a su lado, el miro que Shutara venia junto a joven Kuchiki y la joven Shihōin — necesito que vayas con Kirio y le digas que prepare comida para dos personas más y lleva su caballo al jardín trasero — pidió suavemente, Soi suspiro y volvió sobre sus pasos para hacer lo que le ordenaban.

Al encontrarse a la puerta del cuarto médico, los cuatro entraron y Tenjirō rápidamente saludo a los dos — ¿jóvenes que sucedió? — Cuestiono mirando hacían el joven Byakuya que sostenía su muñeca derecha con cuidado.

—Un accidente — respondió suavemente.

Shutara miro hacia la morena que parecía rodar los ojos levemente y suspiro, ella realmente se parecía tanto a su padre, Tenjirō no pudo evitar sonreír ante eso fue entonces que la morena no pudo evitar molestar al joven Kuchiki — Byakuchi decidió lesionarse para no enfrentarme.

Byakuya rápidamente reacciono a esa acusación — ¿qué dices? —Cuestiono molesto, tanto que hizo que su muñeca se lastimara un poco al apretar los puños en molestia — ¡Hay!

—Será mejor que te mantengas calmado — ordeno Tenjirō.

—Muy bien señorita — comento suavemente Shutara — será mejor dejar que el joven sea atendido con tranquilidad, mientras atienden al joven Kuchiki, ya que la vez pasada no te quedaste por mucho tiempo te mostrare el monasterio, además debemos prepararles un lugar donde dormir.

Yoruichi sonrió emocionada, esperaba encontrar a ese joven lindo que vio de lejos la vez pasada — agradezco su ayuda y su hospitalidad.

Subieron por las escaleras y comenzó por las habitaciones, mostrándolas de a poco — me parece tú te quedaras en esta habitación — señalo Shutara con un leve suspiro, comenzaron a preparar la habitación poniendo un pequeño futón en el piso al lado de la cama, luego se fueron a preparar otra habitación para que Byakuya descansara.

Tenjirō ya había terminado de revisar la muñeca derecha de él joven Kuchiki, por suerte solo había sido un esguince, después de tratarlo y vendar le dio un té que era un relajante muscular — te recomiendo no mover demasiado la muñeca — suspiro largamente —deberías de meditar para tener control de tus emociones y carácter.

El joven suspiro e hizo un leve puchero — mi abuelo me lo dice a cada vez que venimos con los Shihōin, pero es ella — reclamo.

Tenjirō sonrió — sabes, quizá ella está muy consciente de eso y es así como gana las batallas desde antes.

— Entiendo eso — acepto —– creo que debo aprender a controlarme — señalo sonriente— Ōetsu se encontrara entrenando con Soi.

—No lo sé, podemos ir a ver aunque no quiero que te emociones demasiado — índico el monje y caminaron hacia el salón de entrenamiento, al llegar cerca de la sala de entrenamiento se podía escuchar risas, como chocaban los Shinai y cuando estaba por entrar vieron que Shutara venía junto a la morena a su lado.

Byakuya se apresuró a abrir la puerta y entrar dejando a los tres atrás, la morena enarco sus cejas al escuchar el sonido de una lucha, Ōetsu estaba atacando a Soi y esta se defendía, pero al tiempo que la puerta se abrió ella se distrajo para ver quien aparecía y ese preciso instante Ōetsu con un golpe certero despojo del Shinai a su alumna.

Historia de Una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora