Capítulo 29

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Nadie nos Separara- Planes Desesperados.

Eran las 11:00 de la noche, Yoruichi Shihōin ya se encontraba lista en la ventana de su habitación en espera de la llegada de Ōetsu. Sus padres ya se habían dormido luego de mucha discusión que no pudo escuchar muy bien pero para la morena fue más que obvio que su madre y padre no habían terminado en muy buenos términos porque al final había escuchado un portazo, además de que alguien ingresaba a la habitación de Yūshirō, todo parecía estar yéndose al traste en su vida, primero con Soi encarcelada, luego el no saber porque su padre estaba actuando de esa manera tan inconsciente y hasta descabellada. El sonido de un silbido la saco de sus pensamientos, se asomó y vio el caballo pero no al monje lo que podía suponer que este se escondía, pero de pronto ya estaba frente a ella.

— Tardas en bajar — señalo Ōetsu — ¿acaso perdiste tu rapidez? — Pregunto.

Yoruichi puso los ojos — tú llegas tarde por 5 minutos — se defendió.

— No— refuto — llegue justo a tiempo, pero Shutara pidió que revisara los alrededores antes de llamarte, por seguridad — aclaro la situación.

Yoruichi sonrió la monje era demasiado meticulosa, quizá por eso Soi tenía ese rasgo muy marcado — será mejor marcharnos, así aprovechamos el tiempo — dijo y tomo el pequeño bolso.

Ōetsu frunció el ceño — aprovechamos — repitió confuso — ¿cuánto tiempo esperas estar ahí?

— El suficiente para intentar convencer a Soi de salir de ahí — respondió Yoruichi y al instante salió de su habitación por la ventana seguida por Ōetsu.

Al bajar la morena no pudo evitar sonreír ampliamente, no solo era un caballo el que les esperaba — Sauron— dijo y acaricio el corcel con delicadeza, era el preferido de Soi pues era rápido y ella misma le había enseñado trucos aun cuando era el caballo de Ōetsu.

— Lo traje por si ella al final decide salir — comento el monje, Yoruichi pudo notar como la voz de Ōetsu de quebraba un poco, luego carraspeo — además ya has montado en él y te obedecerá sin problemas.

La morena lo monto al instante, le monje también monto el otro caballo — ¿qué camino tomaremos? — Cuestiono.

— El más corto al castillo — respondió el monje — yo iré tras de ti, recuerda que hay que ir rápido — no hubo más charla o indicación, la morena espoleo a Sauron suavemente y este al instante empezó la marcha tomando velocidad en cada galope, el monje les siguió unos segundos después pues debía cuidar la retaguardia.

No les tomo más de diez minutos cuando había llegado a la parte trasera y algo oscura del palacio, Yoruichi desmonto e hizo una mueca de disgusto el lugar era un previo baldío alejado de la luz, un poco solitario en su alrededor. Ōetsu llego a su lado unos segundos después e hizo lo mismo mientras empezaba a buscar algo en las alforjas del caballo y saco una cuerda con un ancla, cuando se volteó hacia la morena estaba en la puerta.

— ¿Adónde vas?— Pregunto Ōetsu.

Yoruichi le miro curiosa — ¿para qué es la cuerda? — Pregunto.

— Tendrás que escalar para ingresar — respondió el monje.

Yoruichi saco algo de su bolso — porque debo hacerlo si tengo la llave — señalo con una sonrisa.

Ōetsu sonrió — creí que la llave maestra era un cuento.

La morena abrió la puerta — que sería de mi profesión si revelo todos sus trucos y secretos.

El monje fue a su caballo y saco un paquete de sus alforjas, se acercó a la morena — por favor — pidió suavemente — dale esto, uno es para ella y otro para Kent, lo envía Kirio y si no se lo entrego seguro me dejara sin comer por toda la semana.

Historia de Una GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora